El «zuhur», la última comida que los musulmanes pueden tomar hasta el anochecer, dio comienzo hoy al Ramadán, un mes sagrado y de recogimiento que, un año más, comienza marcado por la violencia y la inestabilidad.
Desde Marruecos, donde el Ramadán arranca mañana, a Afganistán y desde Turquía al Yemen, los países de Oriente Medio continúan sumidos en sangrientas guerras civiles y agitados por la inestabilidad y las cada vez mayores tensiones heredadas, muchas ellas, de las fracasadas primaveras árabes.
EFE