En marzo del año pasado, Angelina Jolie sorprendió al publicar un artículo en The New York Times en el que contaba que se sometió a una cirugía para extirpar sus ovarios, debido a que tenía altas probabilidades de padecer cáncer.
Su madre, una tía y su abuela materna habían fallecido producto de dicha enfermedad, y por ello optó por entrar a pabellón para practicar la operación preventiva.
La ganadora del Oscar por Inocencia Interrumpida (2000) recordó aquel procedimiento en una entrevista emitida por BBC Radio 4 este viernes.
Allí, reiteró que dio a conocer al público este hecho para poner el tema sobre la mesa, y así impulsar a que otras mujeres se realizaran chequeos médicos.
La actriz contó en el programa Women’s Hour que el impacto que generó la noticia significa mucho para ella, pues logró transmitir el mensaje que quería.
«Incluso si sólo una mujer fue a hacerse un chequeo y gracias a ello se dio cuenta que tenía cáncer, o que es VIH positivo, o pudo encontrar un diagnóstico a tiempo, eso me hace sentir muy emocionada, aunque haya influido de una manera muy pequeña», añadió.
El año pasado, Jolie explicó que tiene una mutación en el gen BRCA1, lo cual significa que tiene un riesgo de 87% de desarrollar cáncer de mama y un 50% de padecer cáncer de ovario. En aquel entonces, su médico le dijo que el nivel en la sangre de una proteína llamada CA-125, vigilada para detectar el riesgo de cáncer de ovario, era normal, no obstante, «había una serie de marcadores inflamatorios que eran altos», y que podrían apuntar a un cáncer incipiente. Frente a ese riesgo, Jolie se sometió a una «salpingooforectomía bilateral laparoscópica», una operación preventiva en la que se le retiraron los ovarios y las trompas de falopio.
DC|EM