¿Es posible que la LVBP dispute una temporada sin jugar en el estadio Universitario? Claro que sí. Ocurrió en la campaña 1975-1976 y pudiera suceder nuevamente en la 2016-2017, según fuentes del béisbol capitalino.
Luis Ávila, presidente de los Leones del Caracas, reveló este miércoles que su equipo y los Tiburones de La Guaira se enfrentan a la posibilidad de tener que buscar alternativas fuera de su sede natural, ante la exigencia de renegociar el contrato de alquiler por parte de la Fundación UCV.
“Estoy muy preocupado, porque es posible que ni siquiera haya beisbol en Caracas”, dijo Ávila en Deportes Unión Radio. “El año pasado firmamos un contrato de cuatro temporadas, pero alegan que debemos renegociarlo y tienen aspiraciones económicas que se salen de nuestras posibilidades”.
El ejecutivo dijo a los periodistas Carlos Valmore Rodríguez y Carlos Mauricio Ramírez que las autoridades ucevistas “aspiran a mucho”, aunque no precisó cifras.
“Tenemos contrato firmado, desde el punto de vista legal estamos respaldados”, reiteró.
“Ellos alegan la alta inflación que vive nuestro país. Es prematuro adelantar un desenlace y no queremos pensar que deberíamos ir a tribunales con una institución tan respetable como la UCV. No veo salida para nadie en esta situación, como no sea a través del diálogo y en entendimiento”.
Ávila indicó que su equipo tiene un plan B, “y también C y D”. Agregó que la situación es igual para La Guaira.
“Jugar fuera de Caracas sería una necesidad”, admitió el directivo, ante la inexistencia de otros estadios en la capital o en el litoral central.
San Cristóbal, Ciudad Guayana y el eje Acarigua-Araure tienen parques con amplias tribunas y han sido escenarios del béisbol profesional.
Precisamente en las ciudades llaneras jugaron Leones y Tiburones en la campaña 1975-1976, fusionados en una divisa que se llamó Llaneros y que el pueblo bautizó como “Tibuleones”.
En aquella oportunidad, la mudanza forzada también ocurrió por problemas con el alquiler del Universitario.
Ávila alertó sobre la grave situación que vive la pelota, afectada por los problemas que atraviesan otras actividades económicas en la Venezuela de hoy.
“No sabemos cuánto costarán las entradas. Ni siquiera hemos podido abordar ese aspecto”, confesó.
“Este factor del estadio influye. Los hoteles y las líneas aéreas se niegan a darnos cotizaciones para octubre y noviembre. Normalmente vendíamos un 80 por ciento de los abonos entre mayo y junio, pero este año no hemos podido ni siquiera empezar ese proceso”.
DC|Agencias