Quizás el nombre ‘hippomane mancinella’ le deje indiferente, pero si decimos manzanilla de la muerte o árbol de la muerte, quedará más claro que estamos ante un especimen inquietante. De hecho, el ‘hippomane mancinella’, que crece en regiones costeras sobre suelos arenosos desde Florida (EE.UU.) hasta Colombia y Venezuela, está registrado en el Libro Guinness como el árbol más peligroso.
El imponente árbol de la muerte, que puede alcanzar 20 metros de altura, presenta numerosas ramas, lo que, aparentemente, lo hace apropiado para proteger a una persona de la lluvia o del sol ardiente. Además, sus dulces y sabrosas frutas se parecen mucho a las manzanas. Sin embargo, no se deje seducir. El dudoso honor que recae sobre esta manzanilla se debe al veneno que contiene, no solo en sus frutas, sino también en todas las partes del árbol.
«Alerta: todas las partes del manzanillo son extremadamente venenosas y la interacción o ingesta de cualquier parte de este árbol puede ser letal», advierte el Instituto de Ciencias de Alimentos y Agricultura de Florida. Asimimso, recuerda que ‘hippomane’deriva de las palabras griegas ‘hippo’ (caballo) y ‘mane’ (manía o locura).
Todas las partes de la manzanilla son extremadamente venenosas y la interacción o ingesta de cualquier parte de este árbol puede ser letal
La savia lechosa que produce la manzanilla provoca ardor y erupciones cutáneas extremas. Si se ingiere, los severos vómitos y diarreas pueden conducir a la muerte. Tampoco es buena idea quemar al árbol ya que el humo puede provocar ceguera temporal y serios problemas respiratorios.
No obstante, aunque la manzanilla de la muerte es peligrosa, puede resultar muy útil. Su madera, cuando se cosecha y se seca adecuadamente al sol, resulta ideal para hacer muebles, mientras que su savia fue usada para impregnar las flechas con veneno cuando los nativos salían a cazar. Además, la corteza se puede utilizar para tratar edemas y podría ser la clave para los avances científicos.
DC|Agencias