1.- Calambres: Son esa molesta sensación de contracción involuntaria de un grupo muscular cualquiera que haya sido sometido a un trabajo físico. Para evitar los calambres debes mejorar tu fuerza y flexibilidad muscular, así como evitar la deshidratación y alteración de electrolitos ingiriendo los alimentos y líquidos suficientes para hacer ejercicio. Es importante también evitar el déficit de potasio, magnesio y calcio en la alimentación.
2.- Punzadas laterales: Conocidas en inglés como side stitches, es una queja muy común entre corredores. Aunque no se sabe con exactitud por qué se dan, sí se conocen medidas que pueden tomarse para prevenirlas y tratarlas. Entre ellas mejorar la respiración, cuidar la postura, evitar alimentos pesados o ricos en grasas antes de correr además de empezar la rutina de entrenamiento con un pequeño calentamiento previo.
3.- Boca seca: Todos hemos experimentado la desagradable sensación de tener la boca seca en algún entrenamiento o carrera. Para algunos corredores, esto es algo bastante recurrente y se preguntan por qué les sucede tan a menudo. La primera razón por la que podemos tener la boca seca al correr puede ser bastante sencilla: deshidratación, y la segunda también es bastante obvia: una excesiva respiración por la boca. En conclusión para no tener la boca seca debemos hidratarnos y cuidar nuestra respiración.
4.- Dolor en la rodilla: Esta es una de las más temidas molestias en el corredor. La primera recomendación es visitar a tu médico de confianza, ya que pueden ser múltiples las causas de esta molestia, pero podemos adelantarte que deberás trabajar la flexibilidad, balance y fuerza. Hacerlo va a ayudar a prevenir las lesiones en las articulaciones.
5.- Dolor en la planta del pie: La fascitis plantar es una de las lesiones que se presenta con más frecuencia en los corredores, sean aficionados o profesionales, y no es más es la inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido que conecta el talón con los dedos del pie y que soporta el arco del pie, que es causada por sobrecarga en ese ligamento. Es así como, al someter el tejido a una tensión repetitiva, pueden llegar a producirse pequeños desgarros en la fascia, lo que a su vez va a producir inflamación y dolor en el área. Las razones pueden ser muchas: Utilizar zapatillas inadecuadas para tu tipo de pisada o condición de peso corporal, utilizar zapatillas desgastadas, no realizar estiramientos previos y posteriores a los entrenamientos y carreras, incrementar el kilometraje de manera repentina o brusca.
6.- Agujetas: Un dolor intenso en las piernas que deriva en la sensación de incapacidad de movimiento. Esto es lo que conocemos como un episodio de agujetas musculares. A corto plazo, las agujetas dejan sus
consecuencias: incremento de la tensión muscular, inflamación, rigidez articular y dificultades para realizar estiramientos. Son especialmente comunes en corredores de fin de semana que no realizan ningún tipo de actividad física de lunes a viernes y el sábado y domingo quieren compensar su inactividad sobrecargando sus músculos. Recomendación: realiza un entrenamiento planificado e incremental. Si tu dolor dura más de cinco días y no se alivia ni con reposo ni con actividad, consulta con un especialista.
7.- Ahogo al correr: Otro de los problemas más comunes asociados a una mala respiración. La solución: estar concentrados en cómo respiramos y cada cuánto inhalamos y exhalamos.
8.- Problemas gastrointestinales: Unas de las molestias más desagradables y hasta embarazosas del corredor. Una de las mejores formas de evitar estos problemas es ensayando nuestro plan nutricional durante los entrenamientos, incluyendo lo que vamos a desayunar antes de la carrera y lo que consumiremos durante la misma (geles y agua). Evita consumir alimentos con alto contenido de fibra la mañana de la carrera o incluso el día antes y cuidando nuestra hidratación.
Esperamos que algunas de nuestras recomendaciones sean de utilidad y logren que correr sea una actividad sin molestias.
DC|Estampas