En una decisión que acentúa las pugnas internas del chavismo, el gobernante venezolano Nicolás Maduro ordenó el arresto del mayor general Cliver Alcalá y del ex gobernador del estado Mérida Florencio Porras, dos hombres clave del ala militar que acusaron públicamente al régimen de abandonar el legado del fallecido Hugo Chávez, dijeron fuentes cercanas a la situación.
La orden, que acentúa el enfrentamiento entre el segmento militar y el sector marxista, se produce en momentos en que el gobernador del estado Aragua, Tarek El Aissami, lucha por arrebatarle el control de la Guardia Nacional al ministro de Defensa Vladimir Padrino López, quien ya no parece contar con la total confianza de Maduro.
El Aissami, uno de los principales jefes del ala marxista, que es investigado en Estados Unidos por su presunta participación en el narcotráfico y por sus vínculos con organizaciones terroristas de Oriente Medio, actualmente ejerce control sobre los mismos grupos paramilitares que el jueves agredieron a diputados de la oposición, dijeron las fuentes a el Nuevo Herald.
Agregaron que El Aissami también controla actualmente las operaciones de represión de la Guardia Nacional a través de la influencia que ejerce sobre el Comandante General de ese estamento militar, el general Néstor Reverol, quien a su vez enfrenta una acusación formal en Estados Unidos por presunto narcotráfico.
“El narcomilitarismo es el que ahora está a cargo de la brutal represión de Venezuela”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
“Esta es la gente que está dispuesta a hacerlo todo para preservar a Maduro en el poder porque no pueden darse el lujo de que el gobierno se caiga, porque son los que no tendrían mañana si eso sucede”, agregó la fuente, que mantiene fluido contacto con las Fuerzas Armadas.
Según las fuentes consultadas, El Aissami junto con Maduro fueron los que decidieron ordenar los arrestos de Alcalá y Porras, pero el cumplimiento de la orden estaba siendo resistido dentro del ejército.
“La gente del ejército que recibió la orden no quiso aplicar la medida. Dijeron que la única manera era que el ministro [de Defensa] se responsabilizara, pero el ministro tampoco quiere dar la orden. Hay un problema interno muy fuerte dentro del Ejército”, explicó otra de las fuentes consultadas.
Alcalá y Porras habían sacudido recientemente los cimientos del régimen bolivariano al declarar por separado que Maduro había traicionado al movimiento político creado por Chávez.
En sus declaraciones Alcalá dijo que estaba tan descontento con la situación del país que votaría contra Maduro en un referendo revocatorio.
“Por supuesto que estoy descontento con la situación de hoy y tiene que haber un referendo revocatorio, porque a veces los líderes se equivocan, pero los que no se equivocan son los ciudadanos. Yo votaría por el revocatorio contra Maduro y realmente da tristeza ver tantos atropellos contra la gente […] dejen que la gente se exprese”, afirmó en una entrevista de televisión.
Porras, por su parte, fue mucho más duro, acusando a Maduro y al ex presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de traicionar al movimiento que nació en Venezuela con la insurrección militar emprendida por Chávez el 4 de febrero de 1992.
“Traidor es usted presidente Maduro, traidor es usted Diosdado Cabello, ustedes son los traidores a la Constitución, ustedes son los traidores a las banderas del 4 de febrero, nosotros estamos aquí en defensa de nuestra Constitución que, con todos los errores que pueda tener, es lo más cercano a la promesa que le hicimos al país hace ya 24 años”, manifestó Porras en otra entrevista de televisión.
La mayor participación de El Aissami en las operaciones de represión del régimen prometen elevar el grado de violencia, en momentos en que un mayor número de venezolanos se muestra dispuesto a salir a las calles a protestar por la escasez de alimentos y por la peor crisis económica en la historia moderna del país.
Según las fuentes, Padrino López está siendo colocado a un margen y sus órdenes están siendo ignoradas abiertamente por Reverol, dijeron las fuentes.
“Hace dos semanas Padrino le mandó un radiograma a Reverol, y éste no le contestó. El ministro se molestó mucho y envió al viceministro de la Defensa para que le llamara, pero Reverol no quiso atenderle y se limitó a decir: ‘Dile a Padrino que él me llame a mí ’ ”, relató otra de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
“Al final, Padrino le llamó y le preguntó qué era lo que estaba pasando, y Reverol le contestó: ‘Tu sabes como es la vaina, de ahora en adelante yo no te reporto a ti. El Presidente me dio instrucciones para que todo el tema del orden público lo manejara yo junto al puesto de Comando Presidencial”, que maneja El Aissami, agregó la fuente.
Padrino, quien ha jurado en público ser un fiel seguidor de los principios del chavismo, entró en problemas durante las elecciones del 6 de diciembre al ordenar a la Guardia Nacional a retornar a sus cuarteles, en esencia poniendo fin al proceso de votación y torpedeando los preparativos del chavismo para perpetrar lo que hubiese sido un mega fraude electoral.
“El que mandó a recoger a la Guardia Nacional fue Padrino. Los mandó a recoger, y ahora por eso no confían en él”, señaló la fuente.
Agregó que El Aissami lleva meses tratando sin éxito reemplazar a Padrino con Reverol, pero la propuesta enfrenta gran resistencia dentro del ejército.
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