Nicolás, lo sabes mejor que nadie, estás revoca‘o, y no solo por la decisión ampliamente mayoritaria -casi unánime- de quienes comulgamos con la alternativa democrática, sino por la voluntad de la mayoría del pueblo chavista, del que creyó en un cambio que se ha convertido en salto atrás, en peor de lo mismo.
Al igual que todos, Nicolás, tú lees encuestas, además tienes información privilegiada de los organismos del régimen, que te hacen saber del rechazo general a tu decadente y empobrecido gobierno. Desde hace dos años vengo diciéndote por esta vía, renuncia; todavía estás a tiempo de hacerlo, le ahorrarías traumas al país y le harías un bien a tu propio nombre, que está más golpeado que pocillo e ‘loco, en estos días de tragedia colectiva cuando ya nadie duda en atribuirte la autoría y la responsabilidad de la debacle.
Nicolás, pataleas y por todos los medios -con la muleta de las cuatro comadres y con la presta colaboración del TSJ- intentas evitar el trago del revocatorio, sin percatarte que todo el retardo generado por el CNE y que las 13 trabas que ha impuesto el órgano comicial, no hacen otra cosa que impulsar el deseo de cambio, mover a la gente tras el propósito de sacudirse el régimen depravado, corrupto e ineficiente que nos arruina y que mata de hambre y enfermedades al pueblo.
Es impresionante la burla que encierra la conducta del CNE frente al revocatorio, es un golpe de Estado, porque es contrario a la Constitución impedirle al pueblo ejercer el derecho de revocar el mandato que le dio al presidente, o tal vez sería más preciso decir revocar el resultado que según el CNE hizo a Maduro presidente, resultado altamente cuestionado.
Vamos camino al referéndum con normas flexibles y cambiantes, lo que encierra una profunda injusticia y desigualdad, conocido el compromiso de las cuatro comadres de intentar impedir el referéndum este año. Hemos escuchado a Nicolás desencajado, fuera de sí, gritar que el referéndum no será en este 2016, reiterándolo con tal fuerza como pretendiendo impedir cualquier desacato de su orden.
Además de los cambios de reglas hemos padecido retrasos y alargamiento de lapsos, silencio administrativo, desplantes y por supuesto burlas y mentiras. Un viacrucis que fortalece la voluntad de cambio. Es inconcebible que todavía hoy, a mediados de junio, no nos permitan recoger las firmas para revocar, que aún estemos empantanados en el invento del uno por ciento de las firmas de todos los electores, que es como un “vamos a ver pa’ver”, una demostración de que hay una fuerza mínima para luego ir por el 20% de las firmas. Eso es ilógico, y por supuesto que no aparece en la Constitución, son solo tramoyas en el intento de impedirnos llegar.
Percátate Nicolás, que de no llegarse por la vía constitucional de la revocación del mandato, abres puertas a salidas inconstitucionales, porque si algo está claro es que no queremos más tu presencia al frente del país, ni la corrupción de tus acompañantes.
Quedaron atrás aquellos días en los que el régimen, por quítame esta paja, llamaban al pueblo a votar, era una manera de relegitimar los atropellos. Pero ya todo cambió, cuando cambió la mayoría, cuando un altísimo porcentaje de los venezolanos abrimos los ojos y decidimos no calarnos más esta melodía. Son muy contados los compatriotas que todavía se comen el cuento de la guerra económica y del imperialismo impidiendo que los alimentos lleguen al pueblo y las medicinas asistan a los enfermos.
Quebraste al país Nicolás, rompiste el camino del desarrollo y nos devolviste a la miseria. No te lo perdonamos. Estás revoca’o.
DC / Paciano Padrón / pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano