La solicitud de activación del referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro -encabezada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)- no sólo causó revuelo por el hecho de la recolección y posterior validación de las firmas, sino también fue objeto de comentarios gracias a la instancia de “exclusión”, creada por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Según el presidente de la Federación de Trabajadores de Anzoátegui (Fetranzoátegui), Tito Barrero, más de 100 empleados dependientes de la gobernación de la entidad fueron “obligados” a retirar sus manifestación de voluntad ante el ente comicial, en el periodo estipulado por el organismo para este proceso, desde el 13 hasta el 17 de junio.
Mencionó que fueron víctimas de la presión trabajadores de los diferentes sectores: educación, obreros y personal administrativo, entre otros.
“El jueves 16 de junio hubo una reunión, donde participó el gobernador y los propios trabajadores. Allí los instaron a que se retractaran de haber firmado, pero a la vez les decían que eran libres y tenían derecho a participar en el revocatorio. Esto es prácticamente obligarlos porque la mayoría fue a retirar su firma por miedo a ser botados”, expresó.
El presidente de Fetranzoátegui indicó que ya los funcionarios de la gobernación les habían impreso la planilla de exclusión que aparecía en la página web del CNE, la cual debían entregar en la sede del ente comicial en Barcelona.
Señaló Barrero que 50% de los empleados presionados para retirar su rúbrica son educadores.
Riesgo
La delegada de educación de Fetranzoátegui, Maiba Flores, confirmó la situación que vivieron los trabajadores del sector educativo.
Según aseguró, recibió más de siete denuncias de maestras, quienes habían sido obligadas a asistir al CNE para excluirse del proceso de validación. “Muchas me llamaron llorando porque temían perder sus empleos”.
DC|ET