La Alcaldía de Río de Janeiro inauguró hoy el velódromo que será escenario de las pruebas de ciclismo de los Juegos Olímpicos a sólo 40 días de la inauguración del mayor evento deportivo del planeta, el 5 de agosto próximo.
«Superamos uno de los grandes desafíos de los Juegos», declaró el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, al entregar el velódromo a las autoridades del Comité Olímpico Internacional (COI).
Paes admitió que aún deben ser concluidos «algunos detalles» de la obra, que incluyen la instalación de unas tribunas temporales y retoques de pintura en las áreas externas, pero aseguró que todo será terminado en los próximos días.
El velódromo, hecho con un costo de 42 millones de dólares, ha sido uno de los mayores dolores de cabeza para la organización de los Juegos Olímpicos, debido a problemas financieros de la empresa contratada para su construcción.
La situación llegó a tal punto que la Alcaldía rompió el contrato con la empresa Tecnoloso en mayo pasado, después de que la firma se acogió a la ley de quiebras, cuando las obras habían sido acabadas en casi un 90 %.
El velódromo ha sido la única instalación deportiva de los Juegos Olímpicos que ha tenido atrasos significativos, los cuales llevaron a cancelar una carrera programada para marzo pasado y que serviría como prueba para el evento de agosto.
Otra fuerte polémica en torno al escenario de las competiciones de ciclismo fue provocado por la clara falta de previsión de las autoridades cariocas, que construyeron un costoso velódromo para los Juegos Panamericanos de 2007 que luego no sirvió para los Olímpicos.
El velódromo panamericano costó unos 22 millones de reales (6,4 millones de dólares), pero no cumplía con los requisitos exigidos por el Comité Olímpico Internacional (COI), por lo que tuvo que ser parcialmente demolido y reconstruido para la cita olímpica.
EFE