Ellos siguen ahí. Sentados un rato en el piso, otro en unas sillas, o sobre sus colchonetas. Están justo en el acceso principal de las oficinas administrativas de Corpoelec en Carabobo, donde desde las 6:00 a.m. del lunes 6 de junio iniciaron una huelga de hambre como última medida extrema de la representación sindical para exigir al Ejecutivo la firma del contrato colectivo con el que puedan ganar al menos más de sueldo básico.
Abel Guzmán, secretario general del sindicato de la estatal en la región, detalló que tanto Herles Contreras como Pablo Soto se mantienen aún con buen estado de salud y son evaluados dos veces al día por una comisión de la Cruz Roja. “Pero seguiremos en pie de lucha hasta recibir una respuesta”.
Hasta ahora el silencia ha imperado. Ni desde el ministerio de Energía Eléctrica ni del Trabajo ha habido algún pronunciamiento pese a la presión ejercida por esta acción a la que también se sumaron en la sede de la estatal en en Chacao, Caracas, Norma Torres y Luis Canelones del estado Carabobo, César Hortelano de Aragua y José Gregorio González por Lara. “Y en Zulia, Falcón y el oriente del país se están preparando para unirse”.
Protesta en el litoral
De manera simultánea siguen las protestas. La mañana del miércoles trabajadores de Planta Centro cerraron la autopista Morón-Puerto Cabello en ambos sentidos y se espera que el jueves se concentren en la Torre 4 de la avenida Cedeño de Valencia parte de la nómina de los 14 municipios del estado en apoyo a los huelguistas.
DC | El carabobeño