El prócer venezolano, el General José Antonio Páez nació en 1790 en Curpa cerca de la población de Acarigua, en el Estado Portuguesa. Sus Padres, naturales ambos de San Felipe, Estado Yaracuy, fueron Juan Victorio Páez y María Violante Herrera.
Fue uno de los más bravos guerreros de la Independencia venezolana. No se puede decir lo mismo de su accionar político que lo condujo a disolver el sueño de Bolívar: la gran Colombia y convertirse después de disuelta la Gran Colombia en jefe de la facción conservadora de la política venezolana y de amasar con los años riqueza y poder.
El general José Antonio Páez, quien venía ejerciendo las funciones de jefe Civil Militar del Departamento de Venezuela (Caracas, Carabobo, Barquisimeto, Barinas y Apure) desde 1822, cargo que le fue confirmado por la Municipalidad de Valencia el 30 de diciembre de 1826, y ratificado por el Libertador en el mismo año, se alzó contra la autoridad de Simón Bolívar, y estableció el 27 de diciembre de 1829, a la edad de 39 años, un Gobierno Provisional al constituirse en Jefe de la Administración, y al mismo tiempo expidió un decreto donde convoca a la elección de Diputados para un Congreso Constituyente que se reuniría en la ciudad de Valencia el día 30 de abril de 1830.
Páez es elegido Presidente por segunda vez en las elecciones de 1838, obtuvo 212 votos en total de 222 votos sufragantes de segundo grado. Durante su período Páez se ocupa de asuntos de defensa, transporte, así como se empiezan a sentir los efectos de la crisis económica internacional de 1838 y la creciente oposición del Partido Liberal fundado en 1840.
Páez llegó a amasar una considerable fortuna, siendo propietario de cinco hatos: San Pablo, El Frío, La Yeguera, Mata Totumo y Mata Gorda (Caída del Liberalismo Amarillo/Ramón J. Velasquez).
El General falleció en Nueva York el 6 de mayo de 1873, cuando contaba con 83 años de edad. Su muerte se produjo a las siete y veinticinco de la mañana, en una modesta casa marcada con Nro. 42 de la calle 20 este, asistido por el médico A. K. Gardner, muere a causa una bronconeumonía, resultado de un fuerte resfriado, probablemente adquirido en los paseos a caballo que acostumbraba a realizar por Central Park en las semanas previas a su fallecimiento, debido al frío clima neoyorquino.