Estamos tan lejos de percibir al Estado venezolano, como el gobierno facilitador a favor del desarrollo y crecimiento de la gente que solo el deseo de mantenerse en el poder obliga a estos a campañas mediáticas. Por cierto, altamente agresivas, injuriosas y ofensivas contra el mismo conglomerado social que no los acompaña en esta empresa histórica de la destrucción sistemática de la sociedad venezolana.
La falta de alimento llega a niveles tan elevados que los pensamientos y los afectos de los venezolanos se vienen convirtiendo en conductas agresivas y una hostilidad familiar sin paragón, lo que perturba gravemente la cultura y el funcionamiento psicosocial de nuestro pueblo, donde ya, los Psicólogos sociales y clínicos, dedican parte de su tiempo en implementar formas de colaborar para la higiene mental de la ciudadanía. Otro aspecto más, que este Socialismo del siglo XXI se ha encargado de destruir.
Las esperanzas de un cambio que amerita rapidez en la salida de la presente administración se viene poco a poco desapareciendo; las elecciones del 6-D, el conflicto manejado sin estrategia e inteligencia, el TSJ y el CNE mandan al traste su investidura y por otro lado, parte de una oposición tan dividida que se desvanece entre sus colores e inversiones millonarias en asuntos que solo le competen a procesos electorales por venir si acaso llegan, y un Referéndum que depende del menos indicado, carece de peso y valor ante un plato de comida hoy por hoy.
La OEA, como proceso político internacional no es percibido como exitoso y si lo fue, la percepción le da en la praxis del día un sinsabor desagradable y frustrante para los millones de habitantes que se debaten en las colas, por alimentos, por agua, medicinas, gasolina y demás aspectos que servían de acompañamiento en la vida de los venezolanos y cuya importancia estaba implícita en las responsabilidades de sectores de producción y el apoyo táctico de un gobierno amigo.
Los ciudadanos, las familias y las comunidades se enfrentan a la “Sequia Política” mas aberrante de toda la vida de la República. Entre la sumisión obligada por alimentos, como la desesperanzas de un liderazgo, de gran parte de la oposición que no logra producir cambio ante las expectativas que crearon irresponsablemente, creadas únicamente con fines electorales. Ahora, más divididos que nunca y cuya mezquindad está dejando por fuera a miles de venezolanos de oposición que no los acompañaron en las pasadas elecciones.
Ahora, quienes nos podrán ayudar; con esta desesperación los expertos en crisis demostrada son la gente de Protección Animal Mundial (World Animal Protection – WAP-) cuya presencia en países africanos, han logrado salvar a miles de especies en extinción, o tendremos que acudir a la fuerza y voluntad de 25.000.000 de ciudadanos que en democracia, paz y bla, bla bla…, vayamos hacia un cambio real de nuestra condiciones ecológica, sociales y económicas. Tú decides estimado lector.
DC / Dr. José Pons B / @joseponsb / Movimiento de Ascenso Social