Lo que estaba previsto como un día de paseo y esparcimiento, concluyó como una fecha de luto y tragedia, para la familia de Jhoynner Sánchez Robles (30), quien fue asesinado la tarde de este domingo, cuando fue abordado por un par de sujetos para arrebatarle una delgada cadena de oro que lucía en su pecho.
De acuerdo a datos suministrados por testigos del hecho, Sánchez Robles, quien disfrutaba en el balneario de Playa Los Ángeles en Naiguatá, estado Vargas, junto a otras seis personas, se acercó a uno de los dos vehículos usados para el traslado del grupo, con la idea de cambiar la música que escuchaban. En ese momento fue abordado por dos sujetos, uno de ellos le arrebató la cadena. Como un reflejo, la víctima le arrebata al asaltante un bolso que tenía sobre el hombro. En ese momento el antisocial sacó un arma que tenía oculta en su cintura y le propinó un disparo en el pecho. Sánchez Robles fue trasladado de inmediato al dispensario de Naiguatá, a donde ingresó sin signos vitales.
Funcionarios del Cicpc informaron que en la escena del crimen fue encontrada la copia de una cédula de identidad, que cayó del bolso del atacante tras el forcejeo con la víctima. La misma pertenece a Yonaiker Márquez (19), oriundo de Vargas y con múltiples registros policiales. Miembros de la familia de Márquez fueron trasladados ayer a la sede de la policía científica en La Guaira, donde rindieron declaraciones.
Sánchez Robles era vecino de la parroquia Caricuao. Tenía nueve años trabajando en Seguros Horizonte en El Rosal. Familiares informaron que hace unas semanas renunció para trabajar por su cuenta como comerciante. Era el segundo de tres hermanos y en unos meses nacería su primera hija.
Inseguridad en los balnearios
Mientras en el balneario de playa Los Ángeles, comerciantes playeros lamentan el hecho, pues la inseguridad aleja a los temporadistas de estas costas.
“Hay una banda que opera a sus anchas. Roban carros y se llevan los bolsos de los bañistas. Muchos son amenazados con armas de fuego, pero nunca había pasado a mayores. Los chamos entran y salen del retén y vuelven a sus andadas. Las autoridades tienen que hacer algo. Uno muchas veces guarda silencio, porque los malandros saben dónde vives, dónde trabajas y muchos son hasta tus vecinos”, cuenta uno de los kiosqueros de Playa Los Ángeles, quien prefiere no ser identificado por temor a represalias.
Con la muerte de Sánchez Robles, se elevan a cinco los casos de homicidios registrados en Vargas durante el mes de julio.
DC | EP