La firma estadounidense Goldman Sachs prevé que para el cierre 2016 el producto interno bruto real de la economía venezolana caerá 7,8 puntos. En su informe asegura que el plan que lleva a cabo el gobierno a través de recortes de las compras externas, ha conducido a un descenso de las importaciones de 24,1%. Sostiene que las exportaciones descenderán 27,3% a finales de año y la inflación cerrará en 275,5%.
Indica que el riesgo está concentrado en el cuarto trimestre de 2016 y en el segundo de 2017 por los pagos de los bonos de Pdvsa 2017, de los cuales un tercio de las emisiones se amortizan en el cuarto trimestre de 2016. Los riesgos de repago comienzan con la amortización de este bono en noviembre próximo y terminan dos semestres después con un considerable pago a lo largo de 2017.
La situación económica se ha «vuelto critica» por la escasez de alimentos básicos, lo que demuestra un gran descontento social. Surgen así diversos escenarios políticos que hacen que la situación sea impredecible, señala la firma. «El mercado le da 60% de probabilidad de default a Venezuela y Pdvsa en el próximo año, y 80% de posibilidades para dentro de los próximos dos años».
Añade que si no se dan cambios «en las políticas del gobierno o los precios del petróleo no se recuperan a mediano plazo, el mercado cree que los pagos del servicios de la deuda de Pdvsa se verían comprometidos y probablemente, la empresa estaría forzada a hacer una restructuración de su deuda o a una cesación de pago», afirma Goldman Sachs.
Sostiene que el ambiente de hiperinflación, el déficit fiscal de dos dígitos, la sobrevaluación de la moneda que crea la política rígida de control de cambio y las dificultades para el acceso a los mercados internacionales «indican que hay un alto riesgo de que la crisis macroeconómica, política y social aumente aún más». El déficit fiscal del sector público, compuesto por Petróleos de Venezuela y el gobierno nacional, sigue siendo alto «y se espera que continué así, al menos, por ahora».
Explica que la carga del servicio de deuda del gobierno seguirá aumentando con respecto al PIB -cantidad de bienes y servicios que produce una nación en 12 meses- a medida que la contracción económica continúe. El informe indica que la situación no cambiaría entre los años 2017 y 2019.
DC|EN