Independientemente de cuál sea tu opinión sobre los «selfie sticks», debes admitir que esta magnifica foto no hubiera sido posible sin uno (¿tal vez un drone?).
Un turista y aventurero, incursionó en la naturaleza de Sur América y se encontró, posiblemente, al oso perezoso más fresco y feliz del reino animal. En posesión de su teléfono inteligente y un ridículamente largo palo para selfies, éste aventurero hizo lo que cualquier milennial hubiera hecho en su lugar…
Y aunque el animalito probablemente no entiende lo que sucedió, prefiere evitar la fatiga de pensar cómo muchos otros, para nosotros, eso es un saludo y una sonrisa.