«Los tres mensajes urgentes» de Chúo Torrealba #12Jul

El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús “Chúo” Torrealba, publicó un mensaje para los venezolanos a través del portal web unidadvenezuela.org. La nota titulada “Tres mensajes urgentes”, explica que “el régimen” se muestra incapaz de garantizar la gobernabilidad económica, la estabilidad política y la convivencia social.

A continuación el texto íntegro: 

Este artículo está dedicado a quienes muy probablemente no podrán leerlo:  a las familias enteras que deambulan por la ciudad buscando mangos para engañar el hambre; a los venezolanos que recién descubrieron el dolor de tener que hurgar en la basura en busca de algún trozo de alimento, aun no totalmente podrido.  A todos ellos van dedicadas estas líneas, por todos ellos es que las escribimos…

 

Un gobierno se define porque gobierna.  “La cosa” que preside Maduro no lo está haciendo.  El régimen se muestra incapaz de garantizar la gobernabilidad económica, ni la estabilidad política ni la convivencia social.  Las “cadenas”, los discursos y declaraciones oficiales se estrellan contra la realidad de los saqueos por hambre, el desastre de las instituciones y los linchamientos generados por la inseguridad.  Maduro y la cúpula corrupta hablan y hablan, y nadie les cree.  La situación es típica de los momentos finales de una hegemonía política que colapsa.

 

Por plan macabro o inercia irresponsable, todo lo que el régimen hace (y todo lo que deja de hacer) aproxima al país al desastre.  Evitarlo es responsabilidad de TODOS, de quienes hoy están en la oposición y mañana serán gobierno, y de quienes hoy forman parte del gobierno y mañana pudieran, SI ACTÚAN HOY CON RESPONSABILIDAD, convertirse en un proyecto político viable, que garantice la alternabilidad democrática.  Por eso, a los actores fundamentales del drama venezolano, van dirigidos estos tres mensajes urgentes.

 

“¡ESE EMBUSTE NO ES VERDAD!”

 

El más importante de estos actores es, a no dudarlo, el pueblo venezolano.  El régimen busca desesperadamente una modalidad podrida de “diálogo” que, a través de un pacto de cúpulas, le permita sobrevivir hasta el 2019, consciente como esta de que cualquier consulta popular la perdería y lo echaría del poder.  Hay que decirlo: Ese plan es nefasto no porque se le haya ocurrido al gobierno, o porque lo favorezca circunstancialmente.  Ese plan es malo porque no es sostenible, porque no sirve, porque en una crisis tan atroz como la que vivimos cualquier grupo que pretenda mantenerse en el poder (o llegar a él) SIN CONTAR CON EL PUEBLO, CON SU APROBACIÓN Y APOYO, sólo podrá –en el mejor de los casos- aspirar a mantener el actual estado de desequilibrio agónico, y muy probablemente colapsará miserablemente, con un altísimo costo social y grave trauma institucional. El plan del gobierno, pues, es falso, es un embuste que se meten ellos mismos.  Y, como dicen en Barquisimeto:  “¡Ese embuste no es verdad!”

 

LA HORA DE LA FIRMEZA

 

Frente a esa situación el primero de estos tresmensajes urgentes es al pueblo venezolano:  ¡Ésta es la hora de la firmeza! Firmeza frente a un régimen que ya cayó y pretende no darse cuenta.  Firmeza incluso frente a una oposición cuya dirigencia no debe olvidar jamás que la debilidad del gobierno no es oportunidad o excusa para la división, porque la Unidad es necesaria no sólo para derrotar al régimen sino que es indispensable para mantener la gobernabilidad en el muy exigente proceso de reconstrucción nacionalque vendrá después del cambio político.  El Referendo Revocatorio no le pertenece a la MUD, ni a ningún dirigente o partido en particular.  El Revocatorio no le pertenece ni siquiera a quienes tuvieron el indudable acierto de proponerlo inicialmente, porque una cosa es ser “pionero” y otra muy distinta es ser propietario.  El propietario del Revocatorio es el pueblo venezolano, porque lo activó con su firma y lo ejercerá con su voto. En el accidentado camino de aquí al Revocatorio, minado de trampas y retrasos, y en el arduo camino después del Revocatorio, lleno de retos y desafíos hasta lograr que el proceso de reconstrucción nacional genere la superación de los errores del pasado y de los horrores del presente, transitar con éxito requiere del pueblo firmeza, que se traduce en participación y compromiso ciudadano.

 

A FAVOR DE LO MILITAR, EN CONTRA DEL MILITARISMO…

 

El segundo mensaje va dirigido a los integrantes del –no tan nuevo- Alto Mando Militar.  La Unidad Democrática, como fuerza seria y responsable que se prepara para asumir el poder en lo que el acortamiento constitucional de los lapsos ordinarios permita, hace un seguimiento escrupuloso de lo que ocurre en el campo militar, porque la Fuerza Armada Nacional –en tanto que importante institución republicana- nos duele a todos, y a todos nos importa.

 

En ese sentido seguimos atentamente el significado de las recientes designaciones. Todas son importantes. Todas, las que se hicieron Y LAS QUE NO TAMBIÉN.  En anteriores momentos cruciales de la crisis política venezolana (el 6 de diciembre, el 5 de enero, por ejemplo…) la conducta de la mayoría de los integrantes de la Fuerza Armada Nacional se ajustó a la misión que la Constitución les asigna.  El país, que nadie lo dude, se aproxima a nuevos momentos de definiciones. Muchos servidores de la Nación, con uniforme o de paisano, tendrán que decidir si actúan en esos momentos al servicio del pueblo y en el marco de la Constitución, o si lo hacen al servicio de una cúpula corrupta que ha perdido el apoyo popular, y en medio de una indigencia jurídica solo sostenible por el abuso de la fuerza.

 

Con respeto y con absoluta certeza, le decimos a quienes integran el Alto Mando Militar y a todos los integrantes de las institución armada, que la Unidad Democrática sabe distinguir entre lo militar (que es un profesión digna y respetable, como muchas otras) y el militarismo, que es una excrecencia que daña al país, a la institución armada y a la familia militar.  Y que seguiremos, al lado del pueblo y con la Constitución en la mano, luchando por una Venezuela soberana, independiente de verdad, sin hambre, una Venezuela en la que bandas armadas toleradas por un poder político corrupto no sigan quebrantando el monopolio constitucional que sobre la violencia debe tener la FAN, una Venezuela, en fin, en el que la Institución Militar nuevamente sea querida y respetada por todos, y no solo por los seguidores de una facción o partido.

 

“ZAPATERO A SUS ZAPATOS”

 

El tercer mensaje va dirigido a la comunidad internacional.  Ya el más reciente comunicado de la MUD a propósito del llamado “diálogo” lo dice con claridad: Exigimos que se amplíe la facilitación o mediación con participación de la Santa Sede, que se pacte un nuevo punto de encuentro, que se aparten los obstáculos ilegales que gobierno pone al Revocatorio, que se libere a los presos políticos y que se respete a la soberanía popular expresada en la Asamblea Nacional. Esos son nuestros puntos para acceder a un diálogo que sea útil al país y no al régimen. De lo contrario, probablemente tengamos que repetir un viejo refrán venezolano:  “Zapatero a sus zapatos…”  ¡Palante!

 

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