El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó por teléfono a su homólogo francés, Francois Hollande, para ofrecerle ayuda con la investigación del ataque ocurrido este jueves en Niza (Francia), que dejó más de 80 muertos.
La Casa Blanca informó hoy de la conversación entre Hollande y Obama, quien reiteró sus condolencias y su apoyo al pueblo francés.
«El presidente ofreció al presidente Hollande cualquier tipo de asistencia que los franceses puedan necesitar para investigar y recobrarse de esta trágica pérdida de vidas», indicó la Casa Blanca en un comunicado, en el que recoge la llamada telefónica.
Cuando se produjeron los ataques terroristas de noviembre en París, donde murieron más de 130 personas, los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y otras agencias de Estados Unidos colaboraron con las autoridades galas en el caso.
Entonces, el diario The New York Times informó, citando a funcionarios gubernamentales, que el FBI envió a París a un grupo de agentes especializados en la recuperación de información de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y ordenadores.
Durante el día de hoy, el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, se reunió en Washington con el embajador francés en EE.UU., Gérard Araud, para darles sus condolencias y poner a su disposición todos los recursos de su departamento, indicó en su cuenta de Twitter Todd Breasseale, uno de los asesores de Johnson.
Las últimas cifras ofrecidas en Francia por Hollande indican que entre los fallecidos por ese ataque había 10 niños y adolescentes, además de 200 heridos, 52 de ellos en estado crítico.
Entre las víctimas mortales también había dos estadounidenses, según confirmó el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, que fueron identificados por sus familiares en Texas como Sean Copeland y su hijo de once años Brodie, que vivían en la zona de Austin y estaban de vacaciones por España y Francia.
DC | EFE