Sebin Zulia liberó a Belén Salas: Protestar con pancarta lo llaman terrorismo

“Estoy en libertad, estoy bien gracias a Dios. Desde ayer no he dormido nada. Estuve un mes sola en la celda y cuatro con mi compañera. Todavía estoy que no lo puedo creer”, así cuenta Belén Salas, militante de Primero Justicia que estaba detenida en el Sebin.

El 4 de mayo, funcionarios del Sebin se la llevaron a la fuerza de la casa de su novio Jesús David Chirinos que es militar activo del Ejército. La golpearon a ella, a su novio y a una amiga que los acompañaba. La tildaron de “guarimbera” y de “terrorista”.

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“El día que me detuvieron fue el 4 de mayo exactamente a las 3.30 de la tarde. A esa hora llega el Sebin a la casa donde yo estaba con mi novio. Yo estaba de visita porque mi novio es militar del Ejército. Llega el Sebin y empiezan a preguntar por Belén, todos armados, encapuchados y yo me asusté. Por temor me metí en cuarto y me dije que por qué me estaban buscando de esa manera. Sin dar razón o motivo de por qué me estaban buscado entran a la casa y empiezan a golpear a mi novio y le preguntaban por mi”.

Dice que tuvo miedo y mucho. “Cuando me encontraron me empezaron a golpear y a decirme groserías. Me golpearon por todo el cuerpo y me golpeaban contra la pared. Me decían que yo estaba haciendo actos de terrorismo en la calle, me dijeron: te vamos a meter presa, te vas pa’ la cárcel. Me dijeron cosas horribles”.

Cuenta que después de que los golpearon a ella y a su novio hicieron destrozos en la casa. “Justo después nos detienen a Cristi Valentina, que es la chama que estaba conmigo, que es del partido, a mi novio y a mi. Me llevan con mi bolso de ropa y ellos bajan de la camionera los artefactos explosivos, las molotov y los miguelitos y nos lo sembraron”.

Sin pruebas
“Los primeros fueron días muy difíciles. Gracia a Dios, el Sebin aquí tuvo un buen comportamiento y no fui maltratada, pero en el momento de la detención sí. Los que me golpearon fueron los de la comisión de Caracas”.

Asegura que nunca le dijeron por qué la buscaban. “Simplemente me llamaban guarimbera y me dijeron que tenían fotos y videos en mi contra, pero nunca me enseñaron nada, ni a mi ni a mis abogados. Yo pruebas en mi contra no vi”.

Los días en el Sebin
“Yo no lo aceptaba, se me hizo difícil aceptar que estaba presa, pensaba que era una pesadilla. Hubo varios días que no comía, no dormía. Yo le pedía a Dios que llegara un alguacil, porque yo vi la libertad de varios muchachos en el Sebin y el alguacil llegaba con la boleta de libertad y les decía que se podían ir y yo pensaba que en cualquier momento llegaba la de nosotras”.

En una celda estaban Belén Salas y Cristi Valentina Mavárez. A Jesús David Chirinos lo llevaron a otra celda. Cuando pasaron los primeros 45 días y no obtenían la libertad, “entramos en una depresión ella y yo y nos apoyamos mucho con Dios. Nosotros no éramos amigas, nos hicimos amigas allí. Digamos que ya somos causa, como nos decían allá”.

El día que las detuvieron, Belén se encontró con Cristi Valentina en una actividad del partido. “Ella me invitó a comer porque yo ese día no había comido. Nos fuimos a comer y a ella quedaron en buscarla en la casa de mi novio por eso nos fuimos para allá, pero esperando que la fueran a buscar llegó primero el Sebin”.

Cristi Valentina Mavárez tiene 18 años y estudia Ciencias Políticas en la Universidad Rafael Urdaneta en Maracaibo. Después de la audiencia de juicio que fue hace tres semanas, le dieron medidas cautelares y está en su casa. Ambas tienen prohibición de salida del país y régimen de presentación cada ocho días.
Pero la tranquilidad de Belén Salas no está completa. “Injustamente mi novio quedó preso. Yo salí y quedó él. No puedo decir que me siento feliz porque estoy en libertad, porque allí en el Sebin se quedó mi otra mitad”.

Jesús David Chirinos de 24 años y militar activo del Ejército, no le han hecho aún la audiencia preliminar y está pautada para que presuntamente se haga el 30 de agosto.

–¿Participaste alguna vez en tomas de calle con violencia?

-No, nunca. Asistí siempre a protestas pacíficas. Ahora protestar con una pancarta en la calle lo llaman terrorismo.

Volver a la vida real
“No es fácil asimilar escuchar, escuchar a las personas, el ruido de los carros. Yo no sé qué tenía en mi mente. Siempre tuve a Dios presente, pedía por mi libertad, pero como yo conozco a las personas que me detuvieron y como estamos en un país donde no hay justicia, pensé que me que iba a quedar por mucho tiempo allí. Gracias a Dios, a mi familia, al partido y al apoyo de la gente que se hizo presión. Cuando me dijeron que recogiera mis cosas no lo podía creer. Cuando salí vi a mi familia, a mi tía que es mi heroína, a mi mamá a mi hermano me dije: Ya desperté de esta pesadilla.”

DC|El Pitazo