Crónicas macabras en Venezuela, por José Pons B (@joseponb)
Hoy por hoy, en ausencia de una definición gubernamental en el marco de sus prioridades, el ciudadano, sus familias y la sociedad en Venezuela para este año, lleva un lastre de 250.000 muertes por años de servicio revolucionario. A esto, se le suman los tantos muertos por diferentes causas, en este 2016, sin incluir los neonatos que en su mayoría son productos del “Embarazo Precoz” en adolescente en sectores sociales C, D y E.
Es así que la crónica venezolana tiene abundante “tela que cortar” en esta materia. Lo cual, nos indica que entre la crisis Económica, (Inflación, desabastecimiento, crisis de salud como una muy alarmante corrupción por parte del estamento político) Social y Ecologica; Venezuela se debate entre la vida y la muerta, tal como se afirma en estas crónicas macabras en el marco de la convivencia, Estado, Ciudadanos y la vida misma. Hoy los grandes aliados de la verdad, en nuestra sociedad, son los medios de comunicación. A ellos nuestra gratitud.
El Estado y los gobiernos con sus representantes sin “querer queriendo”, se declaran hoy, en la máxima expresión de incompetencia funcional ante esta barbarie que vive nuestra gente. La muestra en “carne viva”, siente un estado de guerra que no existe, pero de hecho es aparentemente una acción de exterminio artificial que vislumbra el poco compromiso con la justicia. Producto de la indiferencia e irresponsabilidad de los gobernantes a todos los niveles.
Nuestros jóvenes, por un lado se gradúan y se van a buscar lo que otros países les ofrecen, Seguridad, en el concepto amplio de la responsabilidad del Estado. El resto merma por la criminalidad desbordada y sin control que tiene este flagelo entre la sobrevivencia y la muerte a nuestras familias. Resultado de la desesperación tanto gobierno como oposición, asumen este problema con total irreverencia, al extremo que ambos han solicitado dejarlo fuera del debate político; que descarados realmente.
Al referirnos a este tema podemos señalar un ejemplo, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, solamente en junio, julio y lo que va de agosto, van 137 vidas que sucumben en la violencia social de un país, y donde se adjudica el mismo gobierno, la etiqueta del “Mar de la Felicidad”. Gobernadores, gabinetes, legisladores regionales, alcaldes y Cámaras municipales, “ruedan las arrugas” para evadir su presencia en el tema; buscan zafarse de tal responsabilidad y seguir en el festín del “Bachaqueo” o del “asfalto” centro del negocio millonario de índole regional y municipal.
En que fallamos como sociedad para que esto ocurra. Silencio cómplice, exceso de confianza en los gobiernos, irresponsabilidad electoral en el momento de adjudicar el voto, delegar a otros la representación legal de nuestras vidas, o no impulsar políticas públicas, entre muchas otras. Somos la sociedad que reasumiendo nuestro rol, nos permitamos en un acto de vital importancia, arrogarnos con obligación nuestros destinos. He allí, el reto social.
Dr. José Pons B / @joseponsb / Movimiento de Ascenso Social / @ascenso_social.