Desarticulan red de narcotráfico en Madrid comandada desde Colombia
La policía española anunció el sábado que había desarticulado una red de tráfico de cocaína con base en Colombia, cuyo método consistía en hacer viajar en el mismo vuelo a numerosas «mulas» y señuelos que distrajeran a los agentes para introducir la droga en España.
La investigación, que duró más de un año, se ha saldado con la detención de 30 personas y la confiscación de 83 kilos de cocaína, que las «mulas» (personas que transportan pequeñas cantidades de droga escondida en sus pertenencias o en su estómago) llevaban escondidas en dobles fondos de mochilas, explicó la policía en un comunicado.
La organización criminal, que empleaba vuelos provenientes de América Latina con destino a Madrid, introducía varias «mulas» a bordo de un mismo avión para aumentar las posibilidades de éxito. De esta forma, si una era detectada y arrestada, las demás aún podían superar los controles de aduanas con la mercancía, precisó la policía.
La organización también contaba con personas que servían de señuelo para intentar llamar la atención de los agentes, llevando paquetes con sustancias, que al ser analizadas, resultaban inocuas.
En un mismo avión hacían volar a varios «correos», entre los que había personas en edad de jubilación y individuos «limpios» de antecedentes penales, así como a miembros de la organización, encargados de recibir y distribuir la droga a su llegada a España.
A finales de febrero, la policía detuvo a 14 personas en un mismo vuelo; la mitad de ellas trasportaba droga y la otra mitad controlaba a las primeras, ocupándose de trasladarlas a hoteles, recoger los estupefacientes y contactar a los encargados de la distribución en España. En ese vuelo, fueron incautados 53 kilos de cocaína en dobles fondos de siete mochilas.
En total, la policía realizó 14 registros en las provincia de Ciudad Real, Cuenca y Madrid.
La red estaba basada en Colombia, primer productor mundial de hojas de coca, que en 2015 alcanzó una producción de 646 toneladas de cocaína, según el último informe de la ONU publicado en julio.
DC|AFP