Michael Phelps ha desatado la locura en Estados Unidos y el mundo que se ha rendido a sus pies tras verle alcanzar la gloria en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Tal ha sido la emoción generada por el atleta que en su Baltimore natal ocurrió algo nunca visto en la NFL: El partido que enfrentó a los Cuervos y Panteras de Carolina se interrumpió durante unos minutos para ver nadar al estadounidense la final de los 200 estilos.
En las pantallas del estadio se emitió en directo la prueba en la que el “Tiburón de Baltimore” logró su cuarto oro Río 2016 y su vigesimosegunda presea dorada en unos Juegos Olímpicos.
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