José Rafael, por Luis Acosta
Jose Rafael Ravenga tiene fama de ser un hombre serio e inteligente. Aparte de eso, amigo de Uslar Pietri. Pero, “al hombre inteligente, le está prohibido equivocarse”. En estos días, Pedro Penzini Lopez, en su interesante programa televisivo, entrevistó aparte del joven vicepresidente de Fedecamaras, también habló con José Rafael.
El joven vicepresidente de Fedecamaras se botó de preciso y sereno manejando los criterios políticos de la organización y su conducta ante el país. Estuvo tan estupendo que confirmamos lo que está sucediendo en la República con la proyección de un nutrido grupo de venezolanos jóvenes y preparados profesionales que son desde ya los nuevos líderes de la nación, listos para incorporarse a desarrollar las mejores causas y dar paso, vigencia y vida a renovados sueños.
Sin embargo, queremos referirnos esta vez, principalmente, a la aclaratoria de Ravenga sobre la siembra del petróleo y su coincidencia y aprobación con el Presidente del país con algo que nos luce demagógico y errátil. Veamos. Empecemos por justificar que la frase o slogan -“Hay que sembrar el petróleo”- de verdad fue original del Dr. Arturo Uslar Pietri. En efecto, él la manoseó, la divulgó y, en adición, predijo lo que hoy está sucediendo en Venezuela: escasez y dificultades. Mas, la esencia del pensamiento filosófico original, fue del ingeniero Alberto Adriani quien la incluyó en su “proyecto de país cuando muera el tirano Juan Vicente Gómez” pensado en el periodo 1920-1925 mientras, a la vez, hacía de diplomático y estudiaba en Europa.
En efecto, Adriani, con claridad meridiana, advirtió –hace más de 80 años- que “el petróleo estaba mal vendido y peor usado y que su magnífico valor estratégico, industrial y financiero debería utilizarse, únicamente, para el desarrollo integral del país y con el sobrante, formar las reservas de la nación”. De suerte pues, que a Arturo lo admiramos y distinguimos siempre. Ha sido nuestro mejor maestro en Venezuela, pero como dijimos, la esencia del pensamiento del uso dirigido del petróleo, fue de Adriani y, luego de su prematura muerte, Uslar Pietri tomó el testigo profundizándola en su uso y proyección. Originalmente ésto es la verdad y la historia. Lo que sí fue real y cierto que cuando a Uslar le preguntaron sobre Chavez, él contestó “Chávez es un ignorante delirante”.
Nos llamó poderosamente la atención la aprobación de Ravenga al referirse a la decisión del Presidente Maduro de endosar al comandante militar y ministro de Defensa Padrino Lopez, la administración, dirección, ordenamiento y manejo total de la Gran Misión Abastecimiento Soberano.
En efecto, nosotros no leemos por ningún lado de la Constitución la facultad al Presidente para semejante decisión; menos aparece en la Carta Magna que los militares están autorizados y preparados para tales tareas ni siquiera por la vía de la excepción. Al contrario, lo que sí autoriza la Constitución Nacional es el Referendo Revocatorio. En este sentido, es válido que el régimen trate de saltar el Revocatorio a tiempos más favorables. No obstante, hay que recordar que esta administración tiene 17 años continuos en el mando, y la alternancia es el acto mágico y de excelencia señorial del sistema democrático. Por añadidura, últimamente todo les ha salido mal, lo cual es responsabilidad sólo del gobernante de turno y de las consecuencias de los riesgos naturales, los cuales no son repartibles.
Por cierto, el Presidente Obama acaba de dar un excelso discurso sobre lo preparado que están los sistemas democráticos para resolver sus propios problemas y el peligro en que se convierten los demagogos y populistas como Chávez, Trump, Ortega, Cristina, Lula, Evo, Correa, Raúl y otros que solo trabajan para mantenerse en el poder. De allí, precisamente, brotan la perdición y el engaño.
Con razón en viejo Churchill aseguraba: “la democracia es el menos malo de los sistemas políticos y de gobierno”. Nosotros agregamos: pero el pueblo tiene que calibrar a sus gobernantes y trabajar por su país mas que depender –audazmente- de las arcas del estado porque, como decía Bolívar, “los pueblos se acostumbran a obedecer y los gobiernos a mandar y mantenerse en el poder.”
DC / Luis Acosta / Artículista