El gobernador de la prefectura nipona de Kagoshima (suroeste) pidió este viernes a la compañía eléctrica que suministra a la región que desactive por motivos de seguridad los dos reactores de la central nuclear de Sendai, actualmente una de las dos únicas en activo en el país.
El nuevo gobernador regional, Satoshi Mitazono, quien accedió al cargo el mes pasado como líder de una plataforma antinuclear, trasladó esta petición a la directiva de la empresa Kyushu Electric en una reunión celebrada hoy, según informó la agencia local Kyodo, informó Efe.
El argumento de Mitazono es que ha aumentado la preocupación de la población local sobre la seguridad de las instalaciones nucleares a raíz de los fuertes terremotos que sacudieron esta región nipona en abril, señalaron fuentes del Ejecutivo regional al citado medio.
El gobernador también pidió a la eléctrica que facilite información sobre sus medidas de contingencia en caso de accidente nuclear.
Aunque el Gobierno regional no tiene competencias para imponer esta decisión, Mitazono quiere aprovechar que los reactores 1 y 2 de la planta serán temporalmente desactivados entre octubre y diciembre para llevar a cabo las tareas de revisión y mantenimiento que impone la ley nipona por cada 13 meses de actividad.
Kyushu Electric tiene previsto responder a la petición del gobernador a comienzos de septiembre, informó la cadena estatal NHK.
Los reactores 1 y 2 de la central nuclear de Sendai (suroeste) fueron reactivados en agosto y octubre de 2015, respectivamente, y se convirtieron en los primeros del país en volver a funcionar bajo la normativa de seguridad más estricta aprobada a raíz del accidente de Fukushima de 2011.
Asimismo, el pasado día 12 se reactivó el reactor número 3 de la central nuclear de Ikata, también en el suroeste y la otra única planta activa actualmente en Japón, después de que vecinos de la zona, preocupados por su seguridad, trataran de impedirlo.
El Gobierno liderado por el primer ministro Shinzo Abe defiende la necesidad de retomar la energía nuclear de cara a estimular el crecimiento económico y ante la carencia de otros recursos energéticos en el país asiático.
Tokio pretende que para 2030, entre el 20 y el 22 por ciento de la electricidad proceda de centrales nucleares, mientras que antes del accidente de Fukushima se obtenía en torno a un 30 por ciento de la fisión.
El terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 provocaron en la central de Fukushima el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
DC | DPA