Al menos cuatro personas murieron en una serie de explosiones registradas en diferentes lugares turísticos de Tailandia, entre ellos Hua Hin, frecuentado por la familia real tailandesa, y en Patong, uno de los sitios más populares de la isla de Phuket.
Los muertos son todos de nacionalidad tailandesa, informó hoy la policía. Además hay varias decenas de heridos, entre ellos de cuatro nacionalidades extranjeras. El Ministerio del Exterior alemán confirmó tres turistas germanos heridos, y las autoridades tailandesas además tres italianos, una austríaca y tres holandeses, informó DPA.
Nadie se ha atribuido el ataque. Las fuerzas de seguridad locales afirman que no se trata de atentados terroristas sino de «sabotaje interno debido a asuntos nacionales». Ello podría aludir a la autoría de insurgentes u opositores al gobierno militar del país del sureste asiático.
El domingo pasado los tailandeses votaron en un polémico referéndum una nueva Constitución que fue impulsada por la Junta militar.
El primer ministro, Prayut Chan-o-cha, ordenó aumentar las medidas de seguridad en las ciudades y en los destinos turísticos, informó su portavoz, Winthai Suvaree.
En Tailandia hoy es un día festivo por el ser cumpleaños de la reina Sirikit, que celebra 84 años, fecha que coincide además con el Día de la Madre. Como hay un fin de semana largo había muchos tailandeses en las zonas turísticas.
En total estallaron al menos 10 bombas en cinco diferentes ciudades. «Los atentados llevan la misma firma», dijo el general del Ejército Danai Kritmethavee a la prensa. «Partimos de la base de que se trata de un ataque coordinado», pero es muy pronto para hablar de los motivos, subrayó.
Los explosivos fueron colocados en la playa de Hua Hin, unos 200 kilómetros al suroeste de Bangkok. En Patong hubo varios heridos. También hubo explosiones en Phang Nga. Una persona murió en otro ataque con dos bombas frente a estaciones de policía en Surat Thani, en el sur del país. El jueves ya había explotado otra en un mercado en Trang, 850 kilómetros al sur de Bangkok, que mató a un comerciante callejero.
Los militares gobiernan el país tras un golpe de Estado en mayo de 2014. En el sur hay desde hace años un movimiento de resistencia contra el Gobierno de Bangkok. Desde 2004 murieron más de 6.000 personas en atentados explosivos y tiroteos. En el peor ataque hasta el momento, 20 personas murieron en agosto de 2015 en el santuario de Erawan en la capital.
DC | DPA