Más de 100 millones de discos vendidos en todo el mundo avalan a una de la voces más importantes de la canción melódica española, Camilo Sesto, que hoy cumple 70 años de vida con la que está llamada a ser su «antología definitiva», un manifiesto enmarcado entre «Algo de mí» y «Tengo ganas de vivir».
Nacido Camilo Blanes (Alicante, 1946), el cantautor, productor y compositor español, ha querido celebrar su cumpleaños y presentar este álbum a los medios en una concurridísima rueda de prensa en Madrid en la que rememoró la década de los setenta, la de sus grandes éxitos.
«Era una época en la que íbamos con uñas y dientes a ver quién daba más, todo lo que teníamos, y el público lo agradecía y lo sigue agradeciendo», dijo Sesto ante decenas de seguidores, algunos llegados incluso de otros países.
Los años 70 fueron los de sus mejores canciones, algunas suyas, otras de Juan Carlos Calderón, como «¿Quieres ser mi amante?» o «El amor de mi vida» (la más vendida en España de toda la década).
Y también fue entonces cuando fue pionero de los musicales en Madrid, con «Jesucristo Superstar», que él protagonizó y costeó, obteniendo los parabienes incluso del autor de la música, Andrew Lloyd Webber, quien dijo que la española era una de las pocas producciones equiparables a la original.
«Ahora tienen subvenciones y todavía se quejan. En aquella época no teníamos nada de nada. Lo saqué yo todo de mi bolsillo», subrayó el cantante sobre aquel éxito de las tablas junto a la dominicana Ángela Carrasco.
Después de aquello solo quedaba volar a otros países de Europa y, ya en los 80, a Hispanoamérica. «Y allí la armamos», recordó el cantante, para quien «América es, no era, muy importante» en su carrera, lamentando a continuación que, en comparación, en España «somos menos leales» con los artistas.
«Entonces había que trabajárselo a pie, sudando el alma, pero eran tiempos muy bonitos. Hoy mucha gente dice que ha triunfado en América con 800 personas en el Madison Square Garden de Nueva York», destacó este artista que actuó ante 45.000 espectadores en ese recinto y al que en el estado de Nevada se rinde homenaje cada 28 de mayo con «El día de Camilo Sesto».
La década de los 90 traería otras corrientes y gustos y su actividad y repercusión no fue tan intensa, hasta que en la primera década del nuevo siglo sorprendió a todo el mundo con un disco, «Alma» (2002), y un sencillo, «Mola mazo», tan discutido como impactante por su estilo.
«Sí, porque es una reivindicación», defendió Sesto, sin extenderse en explicaciones, a la pregunta de si consideraba que el tema estaba a la altura del resto de su obra, habida cuenta de que no se incluye en la antología que el próximo 23 de septiembre lanzará Sony Music.
Bajo el título «Camilo 70» se editará un triple CD con casi tantos cortes como años de vida, 60 en total, muchas míticas como «Fresa salvaje» o «Getsemaní (oración del huerto)», y otras grabadas en directo que no se habían editado ni en vinilo ni en CD.
«Es un resumen y agradecimiento a toda esa gente que me dicen que soy la banda sonora de su vida. Todo lo que tengo es para ellos», insistió Sesto, quien no pudo dejar de presumir ante el tamaño de su legado: «Es una siembra formidable, grandiosa e irrepetible», afirmó.
Tan coqueto como siempre, vestido con un traje que contrastaba con sus modernas gafas de sol y luciendo piel rejuvenecida, Sesto aseguró que le quedan por hacer «muchas cosas para seguir mejorando», que sigue pintando, que no bebe y apenas fuma y que practica «una vida muy sana, muy en contacto con la naturaleza, más que con el asfalto».
Esquivo se mostró ante un posible retorno a los escenarios, tras el anuncio de su retirada en 2008. «Hoy es un día muy ajetreado como para hacer planes, mucho más para algo tan importante como es un festival en directo, con todas las condiciones que eso se merece, pero todo se hablará», dijo en su despedida el coronado en 1987 como «el cantante español más famoso de la historia».
DC | EFE