Jihad Diyab, uno de los seis refugiados del penal de Guantánamo en Cuba acogidos por Uruguay se recuperó este jueves del coma superficial en el que se encontraba, tras la huelga de hambre que lleva hace un mes. Sin embargo, sigue determinado en seguir su protesta, Diyab no ingerirá alimentos ni líquidos en reclamo de ser reunido con su familia en un país distinto de Uruguay, preferentemente árabe, explicó Julia Galzerano, una de las doctoras del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) que le prestó asistencia.
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El refugiado sirio, que se encontraba en un estado de deshidratación severo, fue tratado por médicos de la Salud Pública uruguaya y del SMU. Indicaron que “si el paciente pierde el conocimiento, su doctor tiene la potestad de decidir por él qué medidas de urgencia tomar para salvarle la vida”, informaron activistas cercanos. Una vez lúcido e hidratado, los médicos del SMU volvieron a su domicilio, donde lo revisaron, constataron su mejoría y le explicaron los riesgos de seguir adelante con la medida, indicó Galzerano.
Aún así, el paciente “se niega a comer y tomar líquidos” en el marco de su protesta, por lo cual la asistencia de los médicos del SMU “terminó”, en respeto del “principio de autonomía del paciente” y los “protocolos” que marca el Código de Ética Médica del organismo colegiado de los galenos uruguayos.
Por su parte, el enlace entre el Gobierno uruguayo y Diyab, Christian Mirza, expresó al respecto de la mejoría del exrecluso que “afortunadamente se recuperó de su estado de inconsciencia” aunque advirtió que su estado de salud “sigue siendo reservado”. Además, reiteró que las gestiones que está haciendo el Gobierno uruguayo respecto del traslado del refugiado a algún otro país, preferentemente árabe, y reunirse con su familia, “siguen su curso”.
DC | EFE