De acuerdo un estudio publicado en la revista científica Nature Neuroscience, un grupo científicos determinó que ciertas fobias pueden transferirse de generación en generación tras un experimento realizado en ratones entrenados a asociar los shocks eléctricos con el olor de la acetofenonas.
Los científicos aún no están seguros de cómo se transfiere los miedos ya que hasta ahora la convención es que las secuencias genéticas contenidas en el ADN son la única manera de transmitir información biológica de padres a hijos.
Las mutaciones del ADN puede ayudar a un organismo a adaptarse a nuevas condiciones ambientales pero este proceso usualmente es mucho más lento y puede tomar varias generaciones. Por lo tanto los científicos sospechan que una forma en la que los factores ambientales pueden influenciar más rápidamente la biología es a través de modificaciones epigenéticas. Ya que éstas alteran la expresión de los genes pero no sus nucleótidos, es decir que no afecta la secuencia de ADN en sí.
A pesar de que los resultados de este estudio son una fuente de debate entre los expertos, de ser cierto podría ayudar a explicar porque los niños que fueron concebidos en Holanda durante la guerra y la hambruna en la década de los años cuarenta presentaron un mayor riesgo de desarrollar afecciones cardíacas.
DC | Agencias