El gobierno venezolano está dispuesto a invitar formalmente al Vaticano a que medie para tratar de poner fin a la agitación social que reina en el país, según el presidente panameño Juan Carlos Varela.
El mandatario dijo el miércoles a la agencia de noticias Associated Press (AP) que la canciller venezolana Delcy Rodríguez le había confirmado que su país estaba listo para dar ese paso.
En el Vaticano «están esperando una invitación. Camino a esta entrevista vi a la canciller Rodríguez y me dijo que están a favor de enviar la invitación al Vaticano», declaró Varela durante una entrevista.
La Santa Sede ha expresado su voluntad de mediar entre el gobierno y la oposición de Venezuela, siempre que ambas partes la inviten.
La oposición venezolana había solicitado la intervención del Vaticano, pero el gobierno de Nicolás Maduro todavía no se había expresado a favor.La embajada venezolana ante Naciones Unidas se abstuvo de comentar lo dicho por Varela ante una consulta de AP.
Varela, que varias veces ha sugerido la mediación del Vaticano, confía en que la Santa Sede pueda impulsar un diálogo en Venezuela que baje las tensiones entre gobierno y oposición y prepare el ambiente para la contienda política.
«Siento que nos acercamos a un punto donde un mediador que cuenta con el respaldo de ambas partes puede entrar para impulsar este diálogo», dijo el mandatario. «Si la diplomacia de la Santa Sede pudo acercar un conflicto de 50 años como el de Estados Unidos y Cuba, siento que sería el mejor actor para buscar un acercamiento».
El papa Francisco fue uno de los artífices de la reanudación de relaciones entre Cuba y Estados Unidos hace dos años.
Varela evitó comentar directamente sobre la mediación que desde comienzos de año los expresidentes Martín Torrijos (Panamá), Leonel Fernández (República Dominicana) y José Luis Rodríguez Zapatero (España) adelantan con el respaldo de la comunidad internacional y que busca una salida a la compleja crisis que vive Venezuela por la desbordada inflación y severos problemas de escasez de alimentos, medicinas y otros productos, que han generado protestas callejeras y saqueos de comercios.
El mandatario consideró que «el tiempo dirá» si el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, «se apresuró o si fue lo correcto» invocar en mayo la Carta Democrática Interamericana al considerar que la democracia venezolana está en riesgo. La Carta Democrática contempla la posibilidad de suspender la afiliación de países que no cumplen con ciertos parámetros de gobernabilidad.
«Cuando la diplomacia se mueve tienes que demostrar resultados. Si no, pierdes credibilidad y te quedas solo», opinó. Tampoco expresó preferencia sobre la fecha de un referendo para revocar al presidente Maduro, que la oposición busca celebrar este año para forzar elecciones presidenciales.
Al consultarle sobre las perspectivas electorales en Estados Unidos, Varela dijo que a su gobierno le tocará trabajar con el presidente que elijan en noviembre los norteamericanos pero agregó que «con su experiencia como primera dama, senadora y secretaria de Estado [Hillary] Clinton aporta mucho al debate político».
Varela recordó haber abordado con Clinton —cuando ambos encabezaban sus respectivas cancillerías— la crisis política desatada en Honduras tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya en 2009.
«Me demostró gran capacidad diplomática. Sacamos juntos una situación complicada, un país que estaba al borde de un enfrentamiento civil y lo sacamos adelante con diplomacia», comentó.
El jefe de estado ubicó en 300 la cantidad de cubanos que actualmente se encuentran en Panamá sin autorización y expresó su expectativa de que este mismo año se reúnan con sus familias en Estados Unidos, ya que la decisión de su gobierno es deportar a Cuba solo aquellos ciudadanos que representen una amenaza de seguridad.
Varela calificó como «normalizado» el flujo de cubanos y mencionó como evidencia que Panamá duplicó las visas concedidas a cubanos para ubicarlas en mil al mes, y que 95% de ellos retorna a la isla comunista.
El mandatario expresó preocupación por el posible aumento en la cantidad de haitianos que lleguen sin autorización a Panamá con la intención de llegar a Estados Unidos procedentes de Brasil, cuya crisis económica ha provocado desplazamientos entre 50 mil haitianos que se habían radicado en el gigante sudamericano.
Señaló que actualmente su país alberga 3 mil 500 haitianos en campamentos, y que cerca de 100 salen cada día hacia Costa Rica en ruta a Estados Unidos o Canadá, una vez que verifican su estado de salud y antecedentes penales.
DC|LP