Pocas verdades rondaban al deporte venezolano días antes de los Juegos Olímpicos de Río como pensar que Rubén Limardo era uno de los grandes favoritos para obtener una medalla; sin embargo, la realidad fue otra. Una caída en su debut dejó sin opciones al ganador en Londres 2012, sorpresa amarga para él y todo el país.
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“No lo tenía analizado”
Una salida prematura marcó su actuación en suelo amazónico, lugar donde lo anímico pasó factura. “Me pegó la presión. No la sentí en el momento, pero hay ocasiones en la que no la podemos controlar y salió justamente cuando hicieron el llamado para entrar a la pista”, confesó.
“Yo estaba de número siete en el ranking, pero en la última competencia, el Campeonato Panamericano, perdí con Kelvin Caña. Eso me hizo bajar en la clasificación. Llegó al puesto 21, 22. Tenía pensado que me iba a tocar con uno de los mejores 10 del ranking, pero cuando hicieron el sorteo, me mandaron hacia el otro tablón y justamente caí con (Ayman) Fayez. No lo tenía analizado y fue como un balde de agua fría. Ya lo conocía. En Londres le había ganado y en esos cuatro años hasta Río nos habíamos enfrentado tres veces y las había ganado. Me pegó un exceso de confianza. Por mi experiencia tuve que buscar ese combate desde el principio. Me apresuré y sucedió lo que sucedió”.
La generación de relevo marca el camino
Sobre la reciente actuación de Venezuela en Río, Limardo alabó lo logrado por los medallistas criollos: “Estos muchachos son jóvenes: Stefany (Hernández) con 25 años, Yulimar (Rojas) con 21, Yoel (Finol) con 19. Pienso que para los próximos Juegos Olímpicos deberían estar metidos otra vez en las medallas”.
“Estos muchachos tuvieron la oportunidad de ver a un medallista en su momento, algo que yo deseaba cuando era joven. Ellos lo vivieron conmigo en Londres y ahora yo lo vivo desde este momento. Es un orgullo porque es la motivación que nos da a cada atleta para que en los próximos Juegos Olímpicos busquemos una medalla”, acotó.
Próximo paso: Tokio
Será en 2020 cuando la capital japonesa albergue la próxima cita olímpica, y para el de Bolívar la prioridad es absoluta: “Tenemos que seguir capacitando a los entrenadores. El año pasado hicimos el primer curso de entrenadores en Polonia, algo que conseguimos con la Federación Polaca de Esgrima, para que enseñen este deporte profundamente, pues es muy complejo”.
“También queremos que los atletas tengan fogueo internacional, porque nada hacemos si entrenamos y no nos medimos con los mejores”, comentó.
La de Río fue la mejor actuación para Venezuela en Juegos Olímpicos, pero para Limardo la consigna es crecer. “Los países que son potencia es porque llevan a 400, 500 clasificados, por eso es obvio que alcanzan, por ejemplo, 50 medallas, y eso es por la cantidad de clasificados. En esta oportunidad llevamos a 87 atletas y conseguimos tres medallas. Si llevamos a 200, quizás logremos diez preseas”.
“Los atletas sienten ahora que sí pueden ganar una medalla. Yo viví eso. Cuando era joven me decían que era imposible, pero rompí esa barrera”.
DC|El Líder