Como toda una heroína, así fue recibida esta tarde en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, la medallista de plata de los Juegos Olímpicos de Río 2016, Yulimar Rojas.
Pese a que el vuelo proveniente de Madrid – ciudad en la que reside desde noviembre de 2015- llegó a las 5:30 de la tarde, una hora y media después fue que la saltadora triple logró salir a compartir con el público que la esperaba en el terminal aéreo.
Al ritmo de los tambores la atleta de 20 años, fue recibida por más de un centenar de personas, que con alegría y una gran algarabía coreaban su nombre, tras el éxito alcanzado en la justa carioca, en la que con un salto de 14,98 metros, acabó con la sequía de 64 años que tenía el atletismo sin sumar una presea olímpica, luego del bronce conquistado por Asnoldo Devonish en Helsinski 1952.
«Estoy muy contenta por este recibimiento. Siempre fue un sueño el poder lograr una hazaña así. Quería que me recibieran como lo hicieron con (Rubén) Limardo y lo logré», dijo con orgullo y visiblemente emocionada la criolla.
Rojas dejó de lado el cansancio del extenuante viaje desde España, para compartir con el público y posar para los diversos lentes que las cámaras que aguardaban su llegada.
«Es una gran emoción y un orgullo poder compartir mi medalla con toda Venezuela, ahora toca trabajar aún más duro para lograr no solo clasificar para Tokio 2020, sino para lograr la medalla de oro», aseveró con autoridad Rojas.
Y es que para la cita asiática, la caraqueña criada en Anzoátegui, apuesta a llegar con una mayor madurez y una gran experiencia para poder luchar por lo más alto del podio.
«Tan pronto vea a mi mamá la voy a abrazar muy fuerte y le colgaré la medalla», precisó, tras compartir con su hermana Yerilda Zapata, quien practica lanzamiento de disco.
Precisamente con su hermana Yerilda, apunta a participar en Tokio 2020. «Espero que esta medalla y el trabajo que he realizado le sirvan a ella de ejemplo para poder estar las dos allá y llenar de gloria al país. Esta medalla también es para ella porque ella creyó en mí», dijo.
Sobre la lesión en su rodilla derecha, que no le permitió ver acción el pasado fin de semana en la Liga Diamante, la medallista olímpica aseguró estar mucho mejor.
«Sentí un poco las molestias en la rodilla, pero las hemos venido trabajando en España. Me hice un tratamiento allá antes de venir acá. Estoy un poco mejor, ya me pondré en contacto con mi médico en mi estado Anzoátegui para ponerme a tono de cara a Tokio 2020», detalló.
Tras esta lesión, su entrenador Iván Pedroso decidió darle descanso, por lo que no verá acción en lo que resta de temporada.
DC | EU