1999 al 2016 por Luis Acosta

Si fueron diez mil los desplazados, el trabajo fue individual. Pero, si el resultado fue colectivo o en masas, entonces quiere decir que el trasbordo de Copey y AD para el chavismo fue total. Luego, no es válido que de los diversos cuadros del chavismo salga tanta crítica hacia esos partidos que les sirvieron de vida y causa para fortalecer sus grupos. Tampoco es generosa la actitud de hoy de los “cuartarepublicanos” que se sirvieron, vivieron de y usaron para prepararse para nuevos proyectos como, por ejemplo, el Socialismo Siglo XXI.

El Comandante Chávez aprovechó la decisión del pueblo político adeco-copeyano y sus selectos dirigentes de no votar en las elecciones del año 2005 para la conformación de la Asamblea Nacional, lo cual se constituyó en un aberrante error que no se ha terminado de pagar. Las listas solas y vacías fueron ocupadas por los que nunca aparecían, o no querían, o no podían y, de esta manera, Chávez convirtió en diputados a una mayoría que en poco estaba preparada para estos menesteres.

Sumemos, además, la diatriba de los dueños de órganos de prensa bravos y desorientados, los apoyos de los empresarios desconcertados y curiosos ante el mensaje que empezó a llegar; el reacomodo de los trabajadores de la CTV, anarquizados; el abandono de líderes a sus dirigentes principales, llámense Claudio, Pedro Pablo o Vivas Terán; pero,  sobre todo, desconcierto y desvarío de los importantes cuadros medios y terciarios que tuvieron que volar en sus SOS porque no habían aprendido o asimilado otra cosa que el activismo político para la vida familiar; en otras palabras, era un asunto de supervivencia.

Todo esto le facilitó a Chávez y sus aguerridos añadidos, el trabajo y la organicidad que traían estudiada y programada para realizarla desde los cuarteles, tiempo atrás. En efecto, nada fue inventado, ni improvisado. Al contrario, todo estaba preconcebido. La confianza y la esperanza que vendían los mensajes de Chávez ante la sociedad independiente y la audacia de su grupo emergente, solventó la alianza e incorporación militar en la misión que cuajó y creció, es decir, la hicieron posible en la alternancia democrática.

Todo esto se juntó con la ausencia de la plana mayor de AD y Copey por vías fortuitas o terminales: Caldera, Herrera, Lusinchi, Pérez. A ello se sumó, la merma de la fuerza más cercana, diezmada por el volumen de ambiciones acumuladas entre Pérez y Caldera. Entre tanto, Oswaldo, Eduardo y otros se sentían solos. Después de ganar las elecciones con amplitud, Chávez logra y se sirve de un vacío institucional y de liderazgo en la oposición que le dió el impulso necesario para levantar la constituyente y sembrar la Constitución que era su propósito ante “la moribunda”. Así, en los siguientes 5 años se hace de todo el andamiaje civil y militar que le permitió hacer lo que deseó de las zonas del poder político. Para eso se nutrió de todo aquel que se compromete a dejar hacer y dejar pasar a lo “Adam Smith”; logra fortalecerse de lo bueno y regular para PDVSA, TSJ, Fiscalía, CNE, y la Judicatura. Logra desdibujar todas las instituciones y convenientemente hacerlas a su imagen y semejanza: Una sola idea; una sola palabra; un solo jefe; una sola voz.

Sin embargo, la abundancia petrolera no le deja ver la espesura del más allá de bosque y sus peligros, ni la leña que se consumía. Hace una inversión inmensa en la búsqueda de la ideologización global para mantener el liderazgo y el poder con preferencia a la conquista y control del Caribe, las Asambleas de la ONU y de la OEA, el Alba, y Mercosur. La coartada era posible: usar el petróleo como arma política y de integración pero a un costo tan alto que mucho gastó y poco quedó. Al caerse el precio del petróleo se le cayó todo, hasta su propia vida.

Sin petróleo, sin divisas, con bolívares con poco poder de compra; con la inflación más alta del mundo; sin crédito y con compromisos de pago, breves y letales; con una China cansada y con sus propios problemas, todo se ha complicado. No hay en el país abundancia de nada y, sí, escasez de todo. En este sentido, todo comprado, nada sembrado. Puertos y no tierra. Por otra parte, la ONU tiene sus votaciones dirigidas; la OEA con Almagro, Argentina, Brasil, USA, México y otros, exigen democracia y elecciones. El pueblo se cansó y, aunque el gobierno aguanta, ¡es Venezuela que, aún con toda esta carga, resiste y espera lo mejor para ella!

 

DC / Luis Acosta / Articulista

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