La huelga general convocada ayer por la oposición en Venezuela vació las calles de Caracas y fue seguida por amplios sectores de la población, pero la amenaza del Gobierno de incautar las empresas que se atrevieran a apoyar el paro le restó fuerza. El chavismo envió, además, inspectores para vigilar que abría hasta el último comercio o empresa. Las calles, sin embargo, aparecieron en buena parte desiertas, y en varias firmas se siguió la huelga, pero abrieron farmacias, panaderías y bancos. El paro fue decididamente seguido en centros educativos, donde tanto alumnos como profesores no acudieron a colegios y universidades. Caracas se paralizó especialmente en su sector este, en tanto que en los barrios más humildes se mantuvo mayor actividad.
No era fácil seguir la huelga para una población agobiada por la crisis. Como todos los días laborales, un empleado bancario -que pidió el anonimato- salió de su casa a las 6:30 de la mañana con su almuerzo en la mochila y sus dos hijos pequeños aún somnolientos en los brazos para dejarlos en la guardería. «Tengo que ir a trabajar porque de lo contrario me despiden», nos confiesa. «Maduro ya está caído. Ellos lo saben. Por eso están reprimiendo y amenazando a la oposición, porque es lo único que les queda por hacer», añadió.
Inspectores chavistas
Los supermercados, bancos y pequeños comercios abrieron ante el temor de que Maduro los confiscara y terminaran perdiendo la empresa. En una panadería abierta, ABC observó la actuación de los inspectores chavistas: sus rostros ya estaban cansados de tanto recorrer establecimientos y levantar actas para confiscarlos.
En realidad, los inspectores con los que nos encontramos no querían cerrar ni levantar acta para sancionar comercios como la panadería Aida de los Palos Grandes porque no tenían motivos, pero pedían que les ofrecieran alguna bebida refrescante y unos pasteles para mitigar el hambre.
Las grandes empresas como el Grupo Polar de Lorenzo Mendoza sufrieron la peor parte de las amenazas chavistas. Sus almacenes y su residencia fueron «visitadas» desde el jueves en la noche por comandos de la policía política, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Lorenzo Mendoza participó en la marcha del 26 de octubre en la autopista de Caracas. Sus fotos sonriendo en las redes sociales, que divulgaron la gigantesca marcha de la Toma de Venezuela, enfurecieron al gobierno. El Grupo Polar es el fabricante más grande de alimentos y bebidas alcohólicas de Venezuela que ha decidido no dejar el país.
El 76% de los venezolanos consultados estuvo a favor del paro nacional convocado por la MUD, según la consultora Hercón, aunque algunos se vieran forzados a acudir a su trabajo. Es el mismo porcentaje que está dispuesto a firmar contra Maduro y forzar su salida de la presidencia.
DC | ABC