Arándanos
Una inflamación de las paredes arteriales puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Puedes contrarrestar ese efecto tomando al menos una taza de arándanos al día. Los héroes aquí son los antioxidantes de los arándanos que ayudan a combatir la inflamación. Si no los encuentras frescos, los congelados también valen. Tómalos con los cereales del desayuno o con yogur.
Remolachas
Estas raíces moradas liberan en la sangre unos componentes muy beneficiosos denominados nitritos que ensanchan las venas, mejorando así el flujo sanguíneo. En un estudio publicado en la revista científica Hypertension, dicen que esto ayuda a bajar la presión arterial y disminuir la rigidez arterial de las personas que padecen hipertensión.
Frutos secos
Almendras, nueces… todos son igual de buenos. Las personas que tomaron un puñado de frutos secos cinco o más veces a la semana tenían un 29% de menos posibilidades de morir a causa de una enfermedad cardiovascular que los que no los tomaron, según un estudio reciente publicado en el New England Journal of Medicine. Los frutos secos contienen grasas saludables para el corazón, proteína y fibra. Toma al tentempié frutos secos crudos, mezcladillos y mantequilla de nuez para mejor tu salud cardiovascular.
Pescados grasos
Salmón, sardinas, arenques y atún ligero en lata son ricos en grasas omega-3 que mejoran la capacidad cardiaca durante la práctica de ejercicio. Toma dos veces a la semana una ración del tamaño de tu móvil de alguno de estos pescados. En la comida, sustituye la ensalada de pollo por salmón en lata o atún en lata.
Legumbres
Imagina las alubias, las lentejas como si fueran un perdigón cargado de fibra soluble. En el intestino, la fibra soluble se adhiere al ácido biliar cargado de colesterol y lo elimina del cuerpo. Intenta comer entre 5 y 10 gramos diarios de fibra. Una taza de legumbres proporciona entre 2 y 6 gramos. Toma alubias negras en lata con cebolla roja, cilantro, zumo de lima y sal para preparar una salsa saludable.
DC | Agencias