Asesinaron a recluso dentro de una celda del Cicpc en Barcelona

La tarde del sábado, los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la subdelegación Barcelona, fueron notificados por los reclusos de que había un muerto dentro de uno de los calabozos.

Inmediatamente los detectives de guardia entraron y confirmaron la información. Se trataba de un adolescente de 17 años, quien al parecer, había sido golpeado.

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Se encargaron de levantar los restos e ingresarlos en la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), junto a la sede de la subdelegación, ubicada en Tronconal III de Barcelona.

“Se comió la luz”

Aunque hay que esperar los resultados de la autopsia de ley, se conoció de un vocero de la institución detectivesca que el muchacho recibió golpes porque “se comió la luz”, es decir, actuó en contra de uno de los acuerdos entre los presos.

El fin de semana pasado, estos iniciaron una huelga de hambre para exigir a las autoridades que realizaran traslados al Internado Judicial José Antonio Anzoátegui de Puente Ayala, en la capital del estado.

Supuestamente, el miércoles, el menor de edad recibió alimentos que le llevaron sus familiares e intentó ingerirlos.

Sus compañeros de celda repudiaron la acción del muchacho y lo golpearon sin piedad.

A pesar de que la huelga fue levantada por los reclusos, el viernes a las 5:00 de la tarde, el jovencito perdió la vida.

Los efectivos del Eje de Homicidios del Cicpc llegaron a los calabozos e iniciaron averiguaciones para determinar si hay más de un responsable en este homicidio. Manejan como principal sospechoso a otro interno de 22 años.

Otra versión

Por el homicidio de este adolescente se maneja otra versión, supuestamente, ofrecida por los detenidos.

Aparentemente, el menor de edad se quedó dormido encima del paredón del baño del calabozo, cayó y sufrió un fuerte golpe en la cabeza, lo que ocasionó su muerte.

Familiares de otros presos del Cicpc mencionaron que allí están hacinados y no los trasladan a Puente Ayala porque “llenaron la cárcel con los que trajeron de Margarita”.

Actualmente hay 118 presos, entre una celda grande y otra de menor espacio. La capacidad es para unas 40 personas.

La fiscal séptima del Ministerio Público, Lissette Bastardo, llegó al Cicpc y llevará el caso a tribunales.

DC|ET