Todo está listo en el Wrigley Field de Chicago para recibir la Serie Mundial del béisbol de las Grandes Ligas. Desde el 10 de octubre de 1945 cuando los Cachorros perdieron 9-3 contra los Tigres de Detroit este estadio no había tenido la oportunidad de recibir un partido del ‘Clásico de Otoño’. Este viernes, 71 años y 18 días después lo vuelve a hacer con la disputa del tercer partido de esta serie entre los Indios de Cleveland y la novena de la ‘ciudad de los vientos’.
Al margen de lo que pueda deparar el apartado deportivo, el interés que se vive en Chicago después de 71 años sin ver competición, el interés entre los aficionados locales ha generado una inflación en el precio de las entradas que superaran los 3.700 dólares de promedio en el mundo de la reventa. Ese será el dinero que pagará los espectadores que quieran ver los próximos tres partidos de la Serie Mundial que se jugarán en el transcurso del fin de semana.
Lo anterior significa que se va a superar en más de 2.000 dólares el precio promedio de los que se pagaron para ver los dos primeros partidos, que se jugaron en el Pogressive Field de Cleveland y que dejaron un empate a 1-1 en la serie que se juega al mejor de siete.
A medida que vayan pasando los juegos el precio se incrementa y si los de este viernes ya está el más barato a 2.500 dólares, cuando se llegue al Domingo y los Cachorros se encuentren con la posibilidad de definir el título en el quinto la subida será considerable. Sólo hay 1,600 boletos disponibles por juego en los tres encuentros que se jugarán en el Wrigley Field este fin de semana, menos de la mitad de los boletos que todavía están disponibles en Cleveland.
Para poner las cosas en perspectiva el Wrigley Field, estadio que fue construido en 1914 y que es el segundo parque más antiguo en las Ligas Mayores después del Fenway Park de Boston, tiene capacidad para 41,160 personas. La última vez que los Cubs llegaron a la Serie Mundial fue en 1945. Ese año, de acuerdo con el Museo de Historia de Chicago, los boletos costaban 6 dólares en la parte de arriba del estadio y 7.20 dólares en la parte cercana al terreno de juego.
De momento algunas de las compañías dedicadas a la venta de entradas ya ha tenido algunos aficionados que han pagado más de 20.000 dólares por ver los partidos en el Wrigley Field, inclusive varios medios de comunicación informaron que una persona se gastó 77.000 dólares por una entrada.
A pesar de la considerable subida que han tenido los precios de las entradas para ver la Serie Mundial no superaron el promedio de las que se pagaron cuando se disputó el pasado Super Bowl 50 y que alcanzaron los 4.500 dólares promedio.
DC|EE