Por una escasa diferencia de 60.000 votos, el No al acuerdo de paz suscrito en Cartagena, el pasado 26 de septiembre, ganó el plebiscito que convocó el presidente Santos para refrendar las negociaciones de La Habana. Una apretada victoria con un elemento: la alta abstención electoral, que rondó el 73 %, es decir, cerca de 20 millones de colombianos ni siquiera acudieron a las urnas para expresar su punto de vista sobre el acuerdo de paz.
En términos generales, en los departamentos de la región Andina y el centro del país, a excepción de Bogotá y el departamento de Boyacá, ganó el No. Mientras que los partidarios del Sí se concentraron en los departamentos de la Costa Atlántica, el occidente y el sur del país, y en los antes llamados Territorios Nacionales. El No fue mayoritario en Antioquia, Santander, Norte de Santander, Arauca, Eje Cafetero, Huila, Casanare y Meta.
Cuatro departamentos del país fueron determinantes para la victoria del No. En primer lugar, en la casa del expresidente Uribe: Antioquia, donde el No alcanzó el 62 % de los votos escrutados, frente al Sí, que apenas alcanzó el 37,99 %. Asimismo, en Norte de Santander, la victoria del No llegó al 63 %. El Sí se quedó en el 36 %. Mayor diferencia se dio en el departamento del Meta, donde los partidarios del No alcanzaron el 63,58 %, en tanto que el Sí apenas registró un 36,41 %. En el Huila, el No consiguió un apoyo del 60,77 %, y el Sí se quedó en 37,22 %. Casi podría decirse que en estos cuatro departamentos se consolidó la victoria del No.
En cuanto a las principales capitales departamentales, mientras en Bogotá la victoria del Sí fue contundente, con el 56 %, frente al 46 % del No, lo contrario sucedió en Medellín, donde el triunfo del No alcanzó el 62,97 %, frente al 37,02 % del Sí. Esta diferencia fue superada en dos ciudades: Villavicencio y Cúcuta. En la capital del Meta el No registró el 64 % de los votos, y el Sí sólo obtuvo el 35,09 %; en tanto que en Cúcuta el No llegó a su máximo caudal, el 65 %, por apenas 34 % de los partidarios del Sí. Cali, y en general el departamento del Valle, fue de las zonas más equilibradas, pero se inclinó hacia el Sí, con una estrecha diferencia.
Paradójicamente otra de las lecturas del resultado electoral es que en algunos territorios donde la guerra hizo mayores estragos, el Sí fue ganador. Por ejemplo, en el municipio de Ovejas (Sucre), donde el paramilitarismo causó varias masacres, como la del Salado, ganó el Sí con el 72 %, frente al 27 % del No. En Bojayá (Chocó), donde las Farc protagonizaron uno de los más crueles hechos de guerra en 2003, el Sí obtuvo el 95 % de apoyo. En Toribío (Cauca), otra de las zonas afectadas por la confrontación armada, el Sí alcanzó el 84 % del respaldo. En Apartadó, donde hace unos días las Farc pidieron que los perdonaran por sus errores, el Sí alcanzó el 52 %, contra el 47 % del No.
El otro hecho notable de la jornada electoral de este domingo fue el fracaso rotundo de las firmas encuestadoras. Algunas incluso alcanzaron a dar cálculos del 70 % por el Sí, frente al 30 % por el No. Ninguna de las encuestadoras dieron por ganador el No. Una situación que pone sobre el debate las metodologías utilizadas para hacer los sondeos, pues no se tiene en cuenta que muchos de los que responden encuestas, no van a las urnas. En medio de la sorpresa cave también una reflexión sobre la falta de regulación de estas encuestas, como se discutió en medio del proceso.
En síntesis, el país no sale de su asombro. Cuando todos daban por ganador al Sí y de hecho así lo marcaron los distintos boletines electorales divulgados por la Registraduría, a última hora se cambió la tendencia y el No pasó adelante por un estrecho margen que resultó definitivo. Detrás de las cifras electorales, lo que quedó en evidencia ayer fue que el país está totalmente polarizado; que las jornadas electorales no convocan a los ciudadanos, y que ahora lo que prevalece es la incertidumbre sobre el futuro del proceso de paz entre el Gobierno y las Farc. Con un ingrediente adicional: nadie sabe tampoco cuál es el camino para el presidente de la República, el principal derrotado de esta jornada.
EE