Samsung no gana para disgustos con las baterías de sus teléfonos. Ya se ha aceptado que los Note 7 tienen un problema importante y que, por ello, han sido retirados del mercado. Ahora, quien tiene un problema es su pariente, el Galaxy S7 Edge, que ya ha estallado en varias ocasiones en varios puntos del mundo.
El foro Phonearena ha sabido de un empleado de una teleoperadora estadounidense cuyo Galaxy S7 Edge se ha incendiado y explotado mientras se cargaban con el cargador que Samsung incluye junto al teléfono. Curiosamente, este móvil lo obtuvo como reemplazo del Note 7 de sustitución que ya había recibido previamente de la compañía.
Este caso se suma a otro conocido en EEUU. Un obrero de la construcción en Ohio denunció a Samsung después de que su S7 Edge se incendiara en su bolsillo mientras trabajaba y le produjera quemaduras de segundo y tercer grado que han requerido injertos de piel.
En España, hay otro caso confirmado de incendio de un S7 Edge. Una malagueña informó a Vodafone de que el teléfono que había adquirido por Internet en su tienda se había incendiado mientras conducía. Samsung asegura estar investigando los hechos, que de momento solo califica como «incidente aislado».
Dado el número de S7 Edge que se están incendiando, es fácil pensar que este dispositivo también tiene problemas como el del Note 7. Es pronto para asegurar tal cosa porque no hay tantos casos ni Samsung ha tomado medidas tan extremas con los problemas descubiertos.
De seguir subiendo la cifra de móviles de esta otra gama que se incendian, sin embargo, esta situación podría cambiar y ponerle más difícil a la compañía una situación que de por sí es muy delicada y que ya va a costarle miles de millones.
DC|EM