«Difteria». Suena a problemas pasados, a tensión y a muerte. Según varias publicaciones, hace más de 40 años que en el país no se presentaba un brote de la enfermedad, y desde hace dos décadas se consideraba erradicada. Sin embargo, durante estos últimos días las noticias están cargadas de esta palabra olvidada.
De acuerdo con lo informado por los medios de comunicación, 17 niños habrían fallecido como consecuencia de los efectos de la enfermedad. Igualmente, se estarían presentando algunos casos en el territorio de Anzoátegui. Todo esto lleva al público a preguntarse qué ocurrió para que la difteria volviera a Venezuela y qué hacer para evadirla, aún más en la población infantil.
El doctor Juan Félix García, pediatra e infectólogo y uno de los hombres más vinculados a la salud infantil en el territorio nacional, habiéndose encargado de varios centros hospitalarios, como el J.M de los Ríos, opina sobre el brote y su por qué.
«Hasta el momento los epidemiólogos no han dado la respuesta final. Las autoridades sanitarias tampoco. Pero nosotros los médicos, ante una enfermedad infecciosa prevenible por vacuna, concluimos que esto reaparece cuando la protección de la vacuna baja. La Organización Mundial de la Salud recomienda, para evitar estas situaciones, que se atienda a su población por encima de 90% con sus vacunas. Pero cuando esto no alcanza a este volumen de personas, entonces vuelven aparecer los gérmenes, aún más si no se han reforzado las vacunas tanto en niños como en adultos. Aparentemente, en Brasil, hubo un brote de 177 casos reportados y la zona en la que se presentó está en frontera con Venezuela. ¿Qué es lo que está pasando? Hay una importante circulación de venezolanos que van a comprar alimentos a Brasil. Igualmente, hay muchos ciudadanos brasileños cruzando la frontera hacia las minas en Venezuela; ese ir y venir ha traído de alguna forma, ese desplazamiento de bacterias. Esa, en mi opinión, es la razón por la que puede haberse generado este brote», reflexiona el especialista, quien refiere que la barrera epidemiológica que debe existir entre las poblaciones está muy debilitada».
Por su parte, la Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología Nacional han venido alertando sobre la enfermedad. En un comunicado habrían alertado sobre los casos presentados en Km 88, conocido comúnmente como Las Claritas, estado Bolívar, desde el pasado 17 de septiembre. El mismo documento reseña que «el Ministerio de Salud comenzó a sospechar en abril. Ya en junio habían casos confirmados y en julio hicieron pruebas de reacción en cadena de polimerasa (PCR) para difteria a tres muertos de Tumeremo. Los tres dieron positivo. Todo fue porque iban a hacer el cerco epidemiológico en Sifontes y se toparon con eso, pero no dijeron nada para que no hubiera escándalo. Esto es meramente política, mal manejo por causas meramente políticas».
(Re)Conociendo a la difteria
La difteria es una enfermedad infecciosa que se transmite por las gotitas respiratorias (un estornudo, tos) de una persona infectada sin síntomas aparentes. Las personas, más los niños, pueden presentar fiebre, dolor al tragar, problemas para respirar, dolor de garganta, tonos azules en la piel, secreciones con sangre y algunas ulceraciones, como los primeros alertas.
«La difteria es una enfermedad que una vez uno se contamina pasa de dos a seis días para que se desarrolle. La enfermedad es un ataque en la zona de las amígdalas, la laringe y la nariz. Se produce una muerte del epitelio con la aparición de purulencia de color grisáceo que apenas al ser manipulada con el hisopo, sangra. El crecimiento del padecimiento es rápido y genera en el cuerpo una respuesta de ganglios muy fuerte, lo que en los textos uno consigue como el Síndrome del cuello de toro. Entonces se presentan problemas de deglución, trastornos de la respiración, ahogamientos. Además, cuando esta enfermedad está presente, se segrega una toxina y esto produce dos cosas terribles: la miocarditis (inflamación del corazón) y la neurotoxicidad (daños al sistema nervioso por una sustancia). Aunque no quisiera alarmar a la población, la difteria podría causar una muerte de hasta 50 por ciento de los que la padecen. Es sumamente grave. Ante una enfermedad tan aparatosa inmediatamente debe asistirse a los centros médicos para que se vacunen, porque si esto puede prevenirse con esta acción no hay por qué estar pasando por este tipo de penurias», expone con detalle el doctor García, quien refiere la necesidad de los padres de llevar a sus hijos a vacunarse y a recibir los refuerzos necesarios.
Es importante que cuando algunos o todos los síntomas descritos se presenten, las personas lleven a sus niños (o a cualquier miembro de su familia) a la emergencia médica para atacar con antibióticos y demás medicinas la enfermedad, pues la enfermedad debe diagnosticarse con rapidez gracias a procedimientos como los cultivos.
Según el doctor Juan Félix García, la situación debe atenderse lo antes posible. «Esto nos agarró, como decimos en criollo, fuera de base, en el sentido en que hasta antibióticos están faltando para tratar cualquier enfermedad. Habiendo tanta demanda de antibióticos y vacunas hemos percibido que no hay suficiente para combatir con firmeza brotes como este. Por ello se están tratando de obtener por la vía gubernamental lo que se requiere de insumo para cultivos, para prevención y para tratarla».
DC|Estampas