Estados Unidos se ha impuesto a Europa en la Ryder Cup (17-11), el torneo bienal entre Estados Unidos y Europa que se ha disputado esta semana en Minnesota. El marcador final de 17 a 11 puntos ha vuelto a recordar la capitanía del legendario Arnold Palmer, fallecido hace unos días y homenajeado por el equipo estadounidense durante toda la semana, que lideró la victoria apabullante en 1975.
Con esta victoria, Estados Unidos frena la racha ganadora de Europa en Celtic Manor en 2010, Medinah en 2012 y Gleneagles en 2014, y volverá a defender la Ryder Cup en París en 2018.
«Es una sensación increíble poder ganar el punto decisivo para Estados Unidos», dijo emocionado Ryan Moore después de embocar el putt que dio a su equipo el décimo quinto punto necesario para recuperar un trofeo en manos de Europa desde 2010.
El equipo europeo ha estado cerca de alcanzar a los estadounidenses en los primeros compases de la última sesión de la Ryder Cup, después de llegar con una ventaja de tres puntos al domingo y la debacle de los primeros partidos de la mañana.
Las victorias sucesivas del sueco Henrik Stenson contra Jordan Spieth (3-2), el belga Thomas Pieters contra J.B. Holmes (3-2), el español Rafa Cabrera Bello contra Jimmy Walker (3-2) dieron un respiro a los europeos.
Sin embargo, la derrota temprana del norirlandés Rory McIlroy contra Patrick Reed (1 arriba) en el primer partido individual del domingo y del inglés Justin Rose contra Rickie Fowler (1 arriba), desencadenaron la victoria del equipo estadounidense por 15 puntos a 10 (de los 14,5 que necesitaba) a falta de la conclusión de tres partidos.
La remontada del español Sergio García contra Phil Mickelson (empate) en un partido en que ambos se anotaron nueve golpes bajo el par no fue suficiente para detener la embestida de los estadounidenses.
Agencias