Un grupo de cardenales protestó contra la idea de abrir el primer restaurante McDonals’s frente al Vaticano, a pocos metros de la plaza de San Pedro, sostiene este sábado la prensa italiana.
«Es una idea aberrante, que no respeta la tradición arquitectónica y urbanística del lugar, una plaza típica con vista sobre las columnas de plaza San Pedro», lamentó el cardenal italiano Elio Sgreccia, en una entrevista al diario La Repubblica.
El purpurado, que no reside en el edificio donde proyectan abrir una sede de la conocida hamburguesería, hablaba en nombre de siete cardenales que residen en la pequeña plaza, donde los edificios son de propiedad del Vaticano.
«Se trata de una ocasión, la propuesta económica que nos han hecho es buena», sostiene por su parte Domenico Calcagno, presidente de APSA, la entidad de la Santa Sede que administra los bienes inmuebles del Vaticano y que aceptó alquilar un amplio espacio de más de 500 metros al restaurante de comida rápida.
La indignación es tanta que uno de los cardenales escribió una carta de protesta al papa Francisco para pedirle que intervenga.
«No se puede pensar sólo en los negocios. Sería mejor utilizar ese espacio para ayudar a los necesitados, para acoger a los que sufren, como el mismo papa enseña», sostiene Sgreccia.
Pese a las protestas, el responsable de APSA no se hecha para atrás.
«Hemos respetado las reglas. No rompo el contrato», advirtió Calcagno.
La batalla contra el coloso estadounidense de la comida barata divide pues a los llamados «príncipes de la Iglesia», que temen además que se proponga a peregrinos y turistas comida que «no ofrece garantías para la salud de sus consumidores», recuerda Sgreccia, al citar estudios de varios médicos.
El grupo de religiosos está preocupado también por el impacto negativo que McDonald’s ocasionará a la zona, ya atiborrada de turistas, restaurantes y puestos de baratijas.
DC | AFP