Sicario acribilla de 14 tiros a un PNB en una estación de servicio del Zulia

Gregorio Jesús Suárez Ayala (31) aguardaba, ayer, a las 8.10 de la mañana, en la acera frente a la estación servicio en el sector Punta Iguana, avenida Pedro Lucas Urribarrí, en el municipio Santa Rita.

La víctima vestía el uniforme del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia y portaba un bolso. Iba a cumplir su jornada de 24 horas en el Centro de Arrestos Preventivos en Cabimas. Apenas 10 minutos antes, un carrito por puesto de la línea Cabimas-Maracaibo lo había dejado en el lugar. Recibió, al parecer, una llamada telefónica con quien se presume haría el trasbordo para llegar a su lugar de trabajo.

Pasaron unos minutos. Un desconocido se bajó de un vehículo con un arma de fuego en las manos. Según los testigos, Gregorio reconoció a su verdugo, por lo que trató de correr hasta el interior de la gasolinera para salvar su vida, pero fue inútil. El sicario le disparó una docena de veces en la cabeza al policía

El cadáver quedó tendido boca abajo a escasos metros de la vía que conduce la salida de los vehículos. No se distinguían las heridas de balas en la cabeza, resaltaba una en las costillas. Los funcionarios de la Policía científica contabilizaron 14 conchas percutidas alrededor del cuerpo.

El sicario, al ver caer al oficial, se llevó el bolso y huyó en el mismo vehículo que arribó a la estación de servicio. De la unidad se desconocen mayores características.

Dolor

Una hermana de Gregorio llegó al lugar del crimen. Estaba indignada. Caminaba de un extremo a otro y le decía a los compañeros de trabajo de su hermano, que ellos sabían que no se trataba de un vulgar robo.

«Algo sucedió, investiguen. A mi hermano lo acribillaron. ¿Qué hacía él ahí?, no entiendo cómo sucedieron los hechos. Algo tienen que hacer. Los están matando y nadie dice nada. Tienen que protestar porque los delincuentes acabarán con la vida de todos los policías».

Según una fuente policial, Gregorio Suárez perteneció a las filas de Polisur y apenas hace seis meses comenzó a trabajar en el CPBEZ, y un mes después solicitó la transferencia para abandonar la custodia del Centro de Arrestos Penitenciario en Cabimas, pero la Dirección General no le dio respuesta del cambio. La Policía científica investiga el hecho. La venganza es el móvil que cobra mayor fuerza.

DC | LV

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