En el tercer encuentro que realizaron la MUD y el oficialismo el día de ayer, emitieron una declaración conjunta, la cual denominaron “Convivir en paz”, en el mismo se dio a conocer los primeros acuerdos alcanzados por ambos bandas en la mesa de diálogo.
Entre los acuerdos pactados están:
– Elecciones parlamentarias en el estado Amazonas para resolver los problemas entre los poderes públicos.
– Respeto a la autonomía que tiene la Asamblea Nacional.
– La elección de los dos nuevos miembros del CNE cuyo cargo vence en diciembre de este año.
– Compromiso de los sectores públicos y privados para el ingreso de insumos médicos y alimentos que logre abastecer el país.
– Incorporación de un gobernador por cada factor dialogante y representantes de los sectores sociales.
– La MUD anunció liberación de “personas detenidas” aunque eso no estaba en el documento oficial.
El documento “Convivir en paz” fue leído por el enviado del Vaticano, monseñor Claudio María Celli, quien informó que «el gobierno nacional y la MUD asumieron el compromiso de poner en práctica una hoja de ruta que permita normalizar la relación constitucional entre los poderes del Estado».
En el marco de la soberanía nacional, en resguardo de la integridad territorial se acordó de manera unánime la defensa a los derechos legítimos sobre la Guayana Esequiba y de defensa del Acuerdo de Ginebra de 1966.
En conformidad con el acuerdo alcanzado en la tercera reunión para el diálogo, que se extendió por más de cuatro horas, Carlos Ocariz y Jorge Rodríguez, como representantes de la MUD y del gobierno, leyeron un comunicado conjunto que recogió las conclusiones de la actividad.
A continuación el comunicado íntegro:
Los representantes del Gobierno y de la Oposición en el diálogo nacional quieren formular una declaración conjunta ante el pueblo de Venezuela. Expresamos así, los valores y principios que nos obligan en el marco de la Constitución y las leyes de la República. Son principios que compartimos y nos comprometemos a defender, más allá de los diferentes modelos políticos que representamos, de nuestra diferente visión de la historia de Venezuela y de nuestras alternativas de futuro.
Hoy queremos hablar al pueblo de Venezuela, no como gobierno u oposición, ni como defensores de una u otra ideología, ni como mayoría o minoría política. Hoy queremos hablar desde una condición para reconocernos y promover el consenso, la de ciudadanos de Venezuela, compatriotas, el bien común que está por encima de nuestras legítimas diferencias.
Hoy queremos hablar a nuestro país, pensando ante todo en las generaciones más jóvenes, en aquellos que de una u otra manera han sufrido o sufren como consecuencia de nuestros momentos más difíciles. Hoy queremos hablar de tolerancia, de derechos humanos, de paz, de prosperidad económica, de soberanía, de felicidad social.
Porque convivir es respetar, reconocer, forjar vínculos que trascienden un momento histórico y a cualquier circunstancia, por difícil que esta sea.
Convencidos y comprometidos con la paz del pueblo y para el pueblo, con su bienestar social, material y moral, con la democracia, expresamos nuestro firme compromiso con una convivencia pacífica, respetuosa y constructiva.
Porque no hay política ni convivencia en la violencia, ni en la fuerza. Porque no hay política ni convivencia en el odio, ni en la amenaza, ni en el insulto. Nos comprometemos a promover una acción política respetuosa, que destierre, condene y erradique de nuestra sociedad el odio, la justificación de la violencia, la intolerancia y su uso como arma política, el escarnio y el insulto.
Queremos así, liderar una gran movilización nacional en favor de la concordia, del reconocimiento mutuo, y de la paz.
Hacemos un llamamiento a que la presente declaración sea respaldada por las fuerzas políticas, las instituciones públicas, las organizaciones sociales, los medios de comunicación, las universidades, las comunidades religiosas, los centros educativos y la sociedad en general.
Nos comprometemos, además, de forma solemne a que nuestras diferencias políticas solo tengan una respuesta en el estricto marco constitucional: un camino democrático, pacífico y electoral.
Nos comprometemos, asimismo, a reforzar de manera conjunta la defensa de nuestra soberanía y rechazar cualquier injerencia externa, del signo político que sea.
Nos comprometemos, también, a un esfuerzo conjunto, intenso y urgente para superar las serias dificultades que atraviesa nuestra economía, víctima de múltiples formas de agresión y que afecta especialmente a los sectores más humildes de nuestra población, con quienes nos sentimos especialmente obligados.
Nos comprometemos, de igual manera, a un nuevo esfuerzo conjunto en el combate frente a la inseguridad ciudadana y la violencia criminal, las bandas paramilitarizadas y grupos violentos, así como la urgencia del desarme de la población.
En esta hora histórica de nuestra patria, estaremos a la altura que merece nuestro pueblo. La historia solo merecerá el respeto de las futuras generaciones, si es la historia del reconocimiento mutuo, y es una historia de fraternidad, paz, tolerancia y democracia. Este es nuestro compromiso. Este es nuestro deber y nuestra determinación. El pueblo de Venezuela se lo merece.
DC | Agencias