El joven tenía 22 años y fue quemado vivo tras ser golpeado por una turba de vecinos de una localidad al centro de Bolivia. Tenía antecedentes de robo y la tarde del lunes fue acusado de querer vender una motocicleta robada. Es el segundo caso de linchamiento de los últimos tres días, informó el martes la policía.
El hecho ocurrió en la localidad de Entre Ríos, en el departamento central de Cochabamba, a unos 240 kilómetros al este de La Paz. El sábado, otro joven fue arrastrado y colgado de un árbol. La multitud que lo asesinó lo señalaba como el culpable de la violación y muerte de una niña de cuatro años en la región amazónica de Beni, a unos 400 kilómetros de la capital.
Los casos pusieron en alerta a las autoridades. El ministro de Gobierno, Carlos Romeros, explicó a los periodistas que los crímenes no quedarán impunes.
En lo que va de 2016 se registraron cuatro linchamientos, aunque el director nacional de Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Felipe Almaraz, informó a The Associated Press que la policía sólo tiene registrados tres. En el primero, la víctima fue un joven esquizofrénico en la ciudad vecina de El Alto.
Tiempo después, el asesinato del viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, provocó gran consternación en el país. Illanes murió a manos de un grupo de mineros que protestaba contra el gobierno.
De acuerdo a un informe de la Defensoría de Pueblo, se registraron cinco linchamientos y 32 intentos en Bolivia en 2015. Según refirió la Organización de Naciones Unidas en 2013, el país es el segundo con mayor cantidad de linchamientos en la región, después de Guatemala.
AP