A siete días de la muerte de los funcionarios Kevin Romero (Conas) y de Esfael Bracho (Cicpc) durante una ‘entrega controlada de dinero por una extorsión’ poco o nada ha avanzado la investigación.
Este martes, extraoficialmente, una fuente militar informó que “una comisión de la Inspectoría General de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) vino a Maracaibo para hacer una auditoría en la sede del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) Zulia”.
También se conoció que dos comandantes del organismo militar “fueron destituidos de sus cargos el pasado viernes”.
Por su parte, los familiares del detective Bracho se pronunciaron sobre “el silencio que mantiene el Ministerio Público sobre el caso”.
“Ya ha pasado una semana desde que mataron a Esfael y la Fiscalía no ha emitido una orden de aprehensión en contra de los nueve gnb que dispararon en su contra”, expresó con indignación una de las parientes del funcionario..
Un primo exigió que “sea la Fiscalía con competencia en Derechos Fundamentales la que se encargue de investigar. Las evidencias , desde el viernes, fueron llevadas a Caracas”.
Sobre las pruebas, una fuente de la Unidad Técnico Científica aseveró que “aún no han llegado a la capital”. Ambas familias pidieron celeridad en las investigaciones.
El pasado miércoles 23 de noviembre, un tiroteo se registró a las 3:08 pm en el centro comercial Limpia Plaza, en un procedimiento que realizó el Conas.
El Cicpc indicó que “el detective estaba haciendo una cola para comprar pañales cuando en gnb de civil y sin identificación, con arma en mano, lo apunto. Bracho, al tratar de sacar su pistola fue baleado por efectivos militares”.
En tanto, el Conas asegura que “al cicpc se le pidió que fuera testigo del procedimiento, se alteró, disparó a Romero y se inició el tiroteo”.
DC | Panorama