Las autoridades israelíes demolieron esta madrugada dos edificios de viviendas en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este que no contaban con licencias, informaron hoy fuentes oficiales de la Alcaldía.
“La Municipalidad de Jerusalén desmanteló hoy una estructura ilegal construida en el barrio de Wadi Yoz en terrenos designados como espacio público, después de que se ignorasen órdenes de paralización de las obras. También se ejecutaron ordenes judiciales para desmantelar una estructura comercial ilegal en Isawiya, levantada en terreno designado para una carretera en beneficio de la comunidad local”, señaló a Efe una portavoz de la Alcaldía.
La Alcaldía de Jerusalén asegura “aplicar la ley con igualdad en todas las partes de la ciudad, preservando las zonas públicas y garantizando la accesibilidad para el beneficio de todos”.
Según testigos presenciales citados por la agencia palestina Maan, las fuerzas israelíes llegaron con dos excavadoras anoche a Wadi Yoz y derribaron una construcción de tres pisos, uno con tiendas, otro con viviendas y otro aún en construcción.
Después, los equipos se trasladaron al barrio de Isawiya para desmantelar otro edificio, con locales comerciales y casas distribuidas en dos plantas.
La ONG palestina Instituto de Investigación Aplicada de Jerusalén (ARIJ) cifra en 462 las casas destruidas por Israel en Cisjordania y Jerusalén Este en lo que va de año, de las que 91 son en esta última ciudad.
La agencia de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió recientemente de que 818 palestinos (372 de ellos menores) de Jerusalén Este están en riesgo de desplazamiento por 180 órdenes israelíes de desalojo.
Según este organismo, la mayoría de las órdenes son fruto de procedimientos iniciados por organizaciones de colonos que reclaman la propiedad o por denuncias que aseguran que sus ocupantes han dejado de ser considerados “residentes protegidos”, lo que impedía expulsarlos de sus casas.
“En los últimos años los colonos israelíes han intensificado sus esfuerzos para tomar control de propiedades en barrios palestinos de Jerusalén Este”, una política que ha derivado, a su entender, en “restricciones en el espacio público, el crecimiento residencial y la libertad de movimientos de los palestinos”, denuncia OCHA.
Esta organización de la ONU atribuye los desalojos al “contexto de la anexión israelí de Jerusalén Este ocupado y la extensión de la jurisdicción legal (israelí) al área anexionada” y recuerda que según las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU “todas las medidas legislativas y administrativas tomadas por Israel para alterar el carácter y estatus de Jerusalén son nulas y sin efecto”.
Israel es objeto de duras críticas y condenas internacionales por estos derribos en los territorios ocupados donde, según la ONU, “el sistema de planificación vigente hace casi imposible para los palestinos obtener los permisos de construcción requeridos”.
EFE