En mi artículo anterior definíamos al “chavismo” como una “Democracia Autoritaria” valiéndonos de la definición hecha por el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa quien decía que en Venezuela lo jurídico está por encima de lo político, a esta interpretación le hicimos un análisis teórico sobre los conceptos de “Democracia” y “Dictadura”concluyendo que es válido definir al “chavismo”como un sistema democrático autoritario, poseer características de ambos sistemas lo hace ambivalente y contradictorio con consecuencias nefastas que impactan en la vida de los venezolanos, quizás esto explique la sensación de vacío, frustración, desorientación y orfandad que hoy vive la sociedad venezolana.
El papa Francisco no se cansa de repetir“donde hay crisis hay Esperanza”, allí radica la fortaleza espiritual para superar la tribulación nacional, partiendo que el “chavismo” es la causa de la crisis y habiéndolo definido conceptualmente como “Democracia Autoritaria” pasemos entonces a buscar los elementos y las acciones para combatirlo y erradicarlo.
Al tratarse de un sistema mixto, es necesario usar mecanismo de ambos sistemas, en el caso del autoritarismo, los movimientos populares de resistencia han demostrado ser efectivos, pero al tratarse de un sistema mixto, es imperativo que la resistencia sea estrictamente apegada al orden constitucional y a las normas internacionales, debe ser pacífica, organizada y basada en un único objetivo central “la presión obligante” hacia acciones democráticas concretas“las elecciones”, no importa que el Gobierno abuse del poder o haga fraude, el objetivo es “ilegitimar” a un poder que expresa ser democrático pero actúa como autoritario, el mundo actual no admite autoritarismos a menos que este legitimado por la propia gente que lo acepta y apoya, en Venezuela no es el caso, el 80% lo rechaza.
Una vez ilegitimado el poder, es cuestión de tiempo alcanzar la transición, recientemente el presidente peruano, conocido como PPK declaraba que en Venezuela era necesario una “transición ordenada”e instaba a los países del hemisferio occidental a ayudar a promoverlo para que en los próximos meses o hasta el 2019 se logre una transición pacífica.
Lamentablemente, la mayoría de la dirigencia política de oposición,no se ha percatado que en Venezuela se instauro un sistema mixto que no admite radicalismos y extremos, por el contrario es necesario un punto de equilibrio para enfrentarlo, recordemos que la definición de equilibrio es la inmovilidad de dos cuerpos producido por dos o más fuerzas de la misma intensidad que actúan en sentido opuesto, a mayor confrontación mayor inamovilidad, el dialogo y la negociación junto a los movimientos populares de resistencia pacífica son la respuesta al esquema de confrontación y lo más cercano al equilibrio aristotélico, un equilibrio entre los vicios de los extremos.
Fernando Mires, en su magistral artículo “las tres líneas del cambio histórico” nos dice: “No hay ningún cambio histórico exitoso en el cual no haya terminado por imponerse el centro político. No hay nada más revolucionario que el centro, entendiendo por centro el lugar que con-centra los puntos principales de la acción política. Por eso la salida es y será siempre por el centro. Nunca por las puntas.”
DC / Jose Lombardi / @lombardijose