Una sensación de pesimismo se ha apoderado del Barcelona al encarar uno de sus duelos más importantes de la temporada.
El club catalán llegará al primer clásico ante el Real Madrid cargado de dudas después de un par de decepcionantes actuaciones en la liga española.
Los azulgranas fueron superados en todas las líneas al igualar 1-1 frente a la Real Sociedad el domingo, su segunda empate consecutivo en la liga. En la jornada anterior había sido maniatado en casa por el Málaga en un 0-0.
Los resultados dejaron al bicampeón seis puntos detrás del líder Real Madrid previo a un muy esperado choque en el Camp Nou el sábado.
Tras el empate contra la Real Sociedad, el zaguero central Gerard Piqué declaró apesadumbrado que jugando así «será muy difícil ganar la liga».
Pero el lunes, al recibir un premio de la Federación Catalana de Fútbol, Piqué cambió de tono.
«El partido en Anoeta fue un desastre aunque al final nos llevamos un punto y visto lo visto no es una mala noticia», señaló. «Después de ducharme, ya más tranquilo ves que si ganamos el Clásico las cosas son completamente diferentes».
Lo cierto es que la actuación del domingo fue tan mala que el técnico Luis Enrique reconoció admitió que el Barcelona fue dominado por el rival — algo que no suele hacer.
«Hemos hecho el peor partido de nuestra temporada. El rival ha sido muy superior a nosotros», lamentó el técnico. «El fútbol es tan caprichoso que incluso podríamos haber ganado con una ocasión… pero no hubiese sido justo».
Barcelona se salvó de un resultado todavía peor cuando un gol de la Real Sociedad en el segundo tiempo fue incorrectamente anulado por presunto fuera de lugar. Los anfitriones se perdieron además dos anotaciones en disparos que se estrellaron en el travesaño cerca del final del encuentro.
«Cuando un rival juega mejor que nosotros lo tenemos que reconocer», afirmó el defensa del Barcelona Jordi Alba.
De acuerdo con Luis Enrique, las cosas deben cambiar para el clásico, ya que una derrota colocaría al Barcelona nueve puntos detrás del Madrid y en una situación difícil en la búsqueda de su tercer título seguido. Incluso un empate no sería un buen resultado, considerando la ventaja del rival.
«La próxima semana será muy diferente. Jugaremos contra el actual líder», dijo el técnico. «Los duelos directos pueden ser importantes en esta liga, pueden ser determinantes. Pero contra el Madrid y en nuestro campo será distinto».
Barcelona perdió frente al Madrid la última ocasión que se enfrentaron en el Camp Nou, un resultado que devolvió al Madrid a la pelea por el título a pocas rondas del final de la temporada pasada. La derrota puso fin a una racha invicta del Barcelona tras 39 cotejos.
Ahora es el Madrid el que llega al clásico como líder de la liga y con racha invicta. El equipo de Zinedine Zidane lleva 31 partidos sin perder. Su última derrota fue el 2-0 ante el Wolfsburgo, el 6 de abril, en los cuartos de final de la pasada Liga de Campeones.
«El sábado nos jugamos más que el Madrid», valoró Piqué. «Ellos pueden perder, nosotros no podemos fallar».
Antes de ese encuentro, el Barcelona debutará en la Copa del Rey frente al Hércules, en el partido de ida de los dieciseisavos de final el miércoles. Se espera que Luis Enrique dé descanso a casi todos sus titulares.
DC | AP