Los dos sicarios estacionaron el Accent, plata, en una esquina, desembarcaron y dispararon contra Maikol Iscander, de 30 años, y huyeron sin contratiempos del campo petrolero Rancho Grande, en Lagunillas.
Iscander recibió la descarga de balas en la cabeza y el pecho. Los testigos comentaron a la Policía que los homicidas gritaron su nombre y le dispararon hasta que ya no se movió.
Minutos antes, Maikol había llamado a unos amigos para que lo llevaran a la casa de su esposa. Acordaron ubicarse, a las 10.30 de la noche del miércoles, en la esquina de la tercera calle donde vivía el familiar que visitaba.
La Policía científica investiga el entorno familiar y el círculo de amigos de Maikol. Unos allegados indicaron a los funcionarios que el fallecido andaba en «malos pasos». El móvil que cobra mayor fuerza es el ajuste de cuentas.
DC|LV