Está comprobado que una buena alimentación y una vida activa ayudan a retrasar el proceso de envejecimiento e incluso prevenir enfermedades y achaques que aparecen con la edad.
En el libro The Anti Aging Solution, de Vincent Giampapa, médico especialista en el tema del antienvejecimiento, da algunos fáciles tips que puedes poner en práctica.
PENSAR ANTES DE COMER
Si eres selectiva con lo que compras en el súper te será más sencillo elegir alimentos beneficiosos para tu salud cuando vayas a cocinar. Así que vuélvete experta en leer las etiquetas de los productos que consumes, ¿por qué? Hay alimentos que inflaman y tienden a contribuir al envejecimiento, como los productos procesados, ya que están llenos de conservadores, azúcares y lácteos que, además de influir en tu figura, harán que tu piel sea más propensa a las arrugas.
Piensa en lo mismo cuando estés tentada a comprar comida chatarra, pues contiene grandes cantidades de grasas trans que no son nada saludables, tienen muchas calorías y no te nutren.
Todo eso a la larga obstruye las arterias, elimina la luminosidad de la piel y, además, te hará sentir muy pesada y sin energía durante el día.
Meriendas
Dividir las porciones de lo que vas a comer y consumir (alimentos nutritivos a lo largo del día) es lo mejor, ya que así mantienes activo el metabolismo.
¿Lo ideal? Lo que aconsejan todos los nutriólogos: tres comidas principales y dos tentempiés entre comida. Y para que tu cuerpo funcione adecuadamente y tengas una buena digestión come con tranquilidad y en un ambiente relajado, ya que eso evitará que continúes picando o comiendo compulsivamente.
¿QUÉ TOMAS?
Una investigación que llevó a cabo la Universidad de San Francisco durante cinco años afirma que los refrescos (además de engordar) fomentan el envejecimiento.
También se estima que beber una lata al día puede hacerte subir entre 7 y 8 kilos al año. Asimismo, cuida tu ingesta de alcohol, ya que deshidrata, hincha y hará que te salgan bolsas debajo de los ojos con más facilidad. Si consumes una copa de vez en cuando ¡no pasa nada! Pero con frecuencia ¡te verás mayor!
SÍ A LOS PROBIÓTICOS
Ayudan a regular la digestión, ya que las bacterias buenas proliferarán en tu intestino, lo cual se reflejará en el aspecto de tu piel. Los encuentras en las verduras fermentadas y en alimentos como el kéfir.
GRASAS BUENAS
Lo mejor para mantener alejadas las arrugas es una buena hidratación de la piel, pero usar una buena crema no es lo más efectivo, pues hay que hacerlo de adentro hacia afuera.
Obviamente, ingerir agua te ayudará, pero una de las mejores maneras de prevenir la resequedad es consumir ácidos grasos Omega 3, 6 y 9, que conforman parte de las paredes de las células de la misma.
Esto quiere decir que si éstas están en buen estado tu cutis lucirá saludable y terso. ¿Dónde encontrarlos? Las opciones son infinitas: semillas de chía, aguacate, aceite de coco, pescados, etc.
BYE-BYE DIETAS RELÁMPAGO
Si pierdes peso con rapidez, es decir, más de un kilo por semana, es probable que estés deshaciéndote de líquidos y no precisamente de grasa, lo cual se notará en tu cara y te hará lucir demacrada.
En cambio, si pierdes poco a poco e incluyes vitaminas y minerales, como carnes magras, frutas y verduras, tu piel te lo agradecerá (y el espejo también).
¿CARBOHIDRATOS SIMPLES?
¡Huye de ellos! En exceso te harán ganar peso, ya que aumentan los niveles de azúcar en la sangre y contribuyen a que la piel se arrugue, pues promueven la ruptura del colágeno y la elastina en la piel.
Procura limitar las harinas refinadas, como el pan blanco, y cámbialos por aquellos de color oscuro: cereales, pan, arroz o pasta integral. Los tubérculos también son una buena opción, sobre todo los de color naranja, como el camote o la zanahoria.
DE TEMPORADA
Consume frutas y verduras de tonos intensos. De acuerdo con el autor, los matices de color proceden de los antioxidantes y otros nutrientes.
Además, los productos naturales de tonalidad azul, morado y magenta ayudan a reparar los genes. Los amarillo, naranja, rojo y verde los protegen.
CUIDA EL COLÁGENO
Con el paso del tiempo perdemos colágeno y elastina, que actúan en la textura de la piel y en la aparición de arrugas. Aunque no dejes de cumplir años, un buen escudo para que esto ocurra en menor medida es consumir aminoácidos, los cuales se encuentran en alimentos como la carne, pescado, huevo, nueces y tofu.
OLA VERDE
Consume vegetales de hojas de este color, ya que están llenos de antioxidantes. Los jugos verdes son una excelente opción para absorber los nutrientes con facilidad, pero no uses demasiadas frutas para evitar altas cantidades de fructosa.
Uno de tus mejores aliados para lograr la mezcla perfecta es el brócoli, que contiene mucha agua, calcio, fibra, acido fólico, potasio, vitaminas A, B y C y hierro, pero además es superbajo en calorías.
¿TIENES OJERAS?
Puede ser culpa de la genética, pero también debido a la retención de líquidos. Por eso, no abuses de la sal, ya que te sentirás y verás hinchada.
Por si fuera poco, también eleva la presión sanguínea, reduce la producción de colágeno y favorece los problemas cardiovasculares.
Existen algunos alimentos ricos en potasio que pueden contrarrestar el sodio, como frutas, verduras, nueces y legumbres.
DESPUÉS DE COMER
Seguro se te antoja un buen café y, aunque una taza puede ayudar a sentirte más despierta, si te pasas con el consumo se deshidrata tu organismo, lo que hace que tu cutis sea más propenso a las arrugas, manchas, líneas de expresión y, en general, que toda tu piel luzca apagada.
Una buena opción es sustituirlo por un té Rooibos, que tiene alto contenido en polifenoles que protegen la piel del envejecimiento prematuro.
DC|Cosmopolitan