No comer, excederse, no hacer ejercicio, entre otras cosas, les pasan la cuenta de cobro a las mujeres.
1. Omitir el desayuno o la cena.
Saltarse un tiempo de comida disminuye los niveles de glucosa en el cuerpo produciendo hipoglicemia, aumento de insulina y puede generar cálculos biliares. La solución, hacer 5 o 6 comidas diarias; comer poco pero a menudo: a mayor número de comidas pequeñas, mayor gasto de calorías.
2. No consumir verduras y frutas.
Eliminar las verduras y frutas por completo, como recomiendan algunas dietas para bajar de peso, es muy malo. Si bien es cierto que es mejor no consumirlas después de las cinco de la tarde porque se convierten en azúcar en el organismo, se deben incluir en la dieta cinco porciones diarias. Su alto nivel de fructosa compensan la necesidad de comer algo dulce, convirtiéndolas en el mejor sustituto de los dulces.
3. Comer de prisa.
Del afán… decía el dicho popular. Pues en este caso se aplica totalmente. Hacer esto provoca un alza en el peso. La solución es hacerlo con calma. La primera digestión se produce en la boca. Hay que saborear cada bocado, así los nutrientes se absorberán mejor y usted ingerirá menos cantidad de comida.
4. El salero en la mesa.
El exceso de sodio produce retención de líquidos, mayor volumen de sangre, aumento de la presión sanguínea y hace que el corazón trabaje más. Para evita resto es mejor resaltar los alimentos con condimentos naturales, que ayuden a suplir la ausencia de sal. Evitar alimentos como embutidos, por ejemplo, que tienen alto contenido de sodio es un buen paso.
5. Fumar.
El cigarrillo tiene cerca de 1.500 tóxicos que le quitan hidratación a la piel, la hace ver más acartonada, producen manchas y envejecimiento prematuro. Aunque existen tratamientos para retrasar el envejecimiento, éstos no contrarrestan del todo los efectos del humo en la oxidación celular.
6. No hacer ejercicio. La falta de actividad física genera flacidez en los músculos y en la piel. La solución, media hora diaria de ejercicio y no necesariamente en el gimnasio. Caminar es el ejercicio más recomendado por económico, fácil y que no necesita horario.
7. Broncearse en exceso.
El sol es necesario para la piel. Esto es un hecho. Con la protección adecuada debe tomarse para ayudar a asimilar la vitamina D y el calcio de los huesos. Sin embargo, permanecer horas bajo los rayos solares causa daños irreversibles a la piel, provoca cáncer de piel y envejecimiento prematuro. Los protectores solares diarios son la solución, aplicarlo mínimo dos veces al día y evitar exponerse entre las 12 y 3 de la tarde.
8. Falta de sueño.
No dormir, el pecado mayor. Afecta la liberación de melatonina, sustancia precursora de la hormona del crecimiento. Dormir mínimo siete horas es lo recomendable. Si crea rutinas y horarios, seguro logrará tener un descanso reparador. Evite estar despierta entre las 9 de la noche y las 3 de la mañana, que es cuando se libera la hormona encargada de mantener la firmeza y juventud de la piel.
9. No desmaquillarse ni usar productos adecuados.
Muchas jovencitas creen que el cuidado de la piel debe hacerse cuando “sea necesario”. Malas noticias: la piel comienza a perder lozanía y propiedades a partir de los 20 años, así que el cuidado entre más temprano, mejor. Usar los productos adecuados para usted y no el que le recomendaron a una amiga. Eso no funciona.
Limpiar todas las noches la piel de la cara y no olvidar proteger cuello y manos le garantizarán una piel lozana por más tiempo. Recuerde que el tiempo pasa y sus efectos se hacen muy visibles si usted no se cuidó.
Agencias